La tasa de inflación anual en Japón fue de 2,6% en julio desde 2,4% en junio. Esta fue la undécim alza consecutiva para los precios al consumidor y el ritmo más rápido desde abril de 2014, en medio del aumento del costo del combustible y los alimentos, así como un fuerte debilitamiento del yen. La principal presión al alza provino principalmente del costo de los alimentos (4,4% frente al 3,7% de junio).
Los precios al consumidor subyacentes se situaron en 2,4% interanual, el máximo desde diciembre de 2014, tras un aumento del 2,2% en junio. La tasa de inflación se mantiene por encima del objetivo del 2% del Banco Central de Japón por cuarto mes consecutivo. Mensualmente, los precios al consumidor subieron 0,5% (la más alta desde enero de 2021).