Los servicios de tercerización (outsourcing) podrían estar condenados a desaparecer con la puesta en marcha de la ley que limita esta posibilidad empresarial. A partir de los nuevos alcances, podrían ocurrir los siguientes efectos: (1) estructuras limitadas de contratación al prohibirse la tercerización de actividades que forman parte del núcleo del negocio.
(2) Incremento de costos laborales por incorporación de nuevos trabajadores para suplir servicios que no podrán ser prestados por empresas terceras, (3) reducción del empleo formal por implementación de mecanismos alternativos de contratación para remediar la prohibición de tercerizar actividades nucleares del negocio, y (4) despidos masivos.