Desde que la Administración de Biden prohibió a los ciudadanos y empresas estadounidenses trabajar con productos chinos de semiconductores, las empresas tecnológicas chinas vienen perdiendo más de US$ 7 mil millones de valor bursátil. La mayor fabricante de chips de China, Semiconductor Manufacturing Internacional Corp (SMIC), está entre las afectadas.
EEUU busca obstaculizar aún más la industria de chips de China y, por tanto, la autosuficiencia tecnológica de dicho país, en un momento en que EEUU contempla con preocupación el avance de China en áreas clave como el 5G, la inteligencia artificial, la fabricación de superordenadores o conducción autónoma, importantes para el ámbito civil y militar.