Para cerrar esta brecha, se requeriría una inversión de alrededor de S/ 8.000 millones al año durante los próximos 15 años, lo que representaría un desafío significativo para el país. También se necesitaría una mayor coordinación entre el sector público y privado para impulsar proyectos de infraestructura de manera más eficiente.
La falta de infraestructura de agua y saneamiento tiene un impacto significativo en la salud y la calidad de vida de la población, especialmente en áreas rurales y periurbanas. Además, la inversión en infraestructura de agua y saneamiento también tiene un impacto positivo en el medio ambiente, ya que reduce la contaminación y mejora la gestión de los recursos hídricos.