La disparidad en los niveles de subsidios entregados por los diferentes países puede deberse a una variedad de factores. En general, los países que tienen un mayor gasto en subsidios suelen tener economías más dependientes del gobierno, con mayores niveles de regulación y protección de las empresas y los trabajadores. Además, estos países a menudo tienen mayores niveles de pobreza y desigualdad económica, lo que puede justificar la necesidad de subsidios para ayudar a los ciudadanos de bajos ingresos. Por otro lado, los países con niveles más bajos de subsidios suelen tener economías más liberales y abiertas, con menores niveles de intervención del gobierno en los mercados y la vida cotidiana.
