El grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) ha decidido duplicar su número de miembros, invitando a países como Argentina, Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Etiopía a unirse a partir del 1 de enero de 2024. Además, la colaboración con Venezuela, un país rico en recursos, podría ser un paso clave en este proceso.
La expansión del grupo BRICS tiene varias implicaciones significativas para el equilibrio de poder global: con la inclusión de nuevos miembros, el bloque BRICS aumentará su peso económico en el mundo. Esto podría darles más influencia en instituciones financieras internacionales y en la toma de decisiones económicas globales. La inclusión de países de diferentes regiones y con diferentes recursos naturales y capacidades industriales diversifica la base de poder del grupo. Esto podría hacer que el bloque sea más resiliente a shocks económicos y políticos.
La expansión del grupo, especialmente con la inclusión de países miembros de la OPEP, podría desafiar la hegemonía del dólar en el comercio internacional. Esto es especialmente relevante dado que varios de estos países han expresado su deseo de moverse hacia un sistema financiero más multipolar. El bloque BRICS podría ganar una influencia considerable en la geopolítica del petróleo. Esto podría tener implicaciones para el equilibrio de poder en el Medio Oriente y más allá. Con un bloque más grande y diverso, los BRICS podrían buscar reformas en instituciones internacionales como la ONU para reflejar un orden mundial más multipolar.