Banco Mundial proyecta que economía peruana crecerá 2,3% en 2024

El panorama económico de Perú ha sido objeto de análisis por parte del Banco Mundial, que ha presentado proyecciones y análisis respecto al crecimiento y desarrollo del país en los próximos años. En un contexto global donde la economía se ve influenciada por diversos factores, como la pandemia y las tensiones geopolíticas, las proyecciones económicas se convierten en un elemento crucial para la planificación y toma de decisiones a nivel gubernamental y empresarial. La economía peruana, según el Banco Mundial, experimentará cambios significativos en los próximos años, y el análisis de estas proyecciones es vital para entender las posibles trayectorias y prepararse para los escenarios futuros.

Según el Banco Mundial, la economía peruana experimentará una aceleración en 2024, proyectando un crecimiento del 2.3%, que es notablemente mayor al crecimiento previsto para 2023, que se sitúa en 0.8%. Este análisis, parte del informe «Conectados: Tecnologías digitales para la inclusión y el crecimiento», posiciona a Perú como uno de los países con mayor crecimiento proyectado en Sudamérica para el año mencionado. Algunas cifras comparativas en la región para 2024 incluyen a Paraguay con un crecimiento del 4.0%, Uruguay con 3.3%, Argentina con 2.8%, Colombia con 2.1%, Chile con 1.8%, Ecuador con 1.9%, Bolivia con 1.5% y Brasil con 1.3%. Este panorama sugiere un escenario en el que Perú, a pesar de los desafíos, podría destacarse en términos de crecimiento económico en la región.

El informe también destaca que la región de América Latina y el Caribe (ALC) enfrenta diversos desafíos y «vientos en contra». Factores como la inflación en el Grupo de los Siete (G7), la ralentización del crecimiento en China, y las fluctuaciones en los precios de las materias primas, entre otros, son elementos que podrían influir en el desarrollo económico de la región. Además, el informe resalta la importancia de las soluciones digitales como un medio para impulsar la inclusión y el crecimiento, mejorar la prestación de servicios a la población y respaldar la eficiencia del gobierno. La situación actual y las proyecciones futuras plantean la necesidad de una planificación estratégica y la implementación de políticas que no solo busquen el crecimiento económico, sino también la estabilidad y la inclusión social.