Contrataciones en EEUU tocan mínimos y el crecimiento salarial pierde ímpetu en septiembre

Septiembre de 2023 ha marcado un punto de inflexión en el mercado laboral de EEUU, con las empresas privadas contratando a 89,000 trabajadores, la cifra más baja desde enero de 2021, y notablemente por debajo de las expectativas del mercado que anticipaban 153,000. Este dato, que sigue a un incremento revisado de 180,000 en agosto, pone de manifiesto una desaceleración en el ritmo de recuperación del empleo en el país. La dinámica del mercado laboral, que ha sido un pilar en la recuperación económica post-pandemia, enfrenta ahora desafíos que se reflejan en la disminución de las contrataciones, afectando diversos sectores y tamaños de empresas de manera diferenciada.

El sector de servicios lideró las adiciones de empleo con 81,000 nuevos puestos, destacando el ocio y la hostelería con 92,000, actividades financieras con 17,000 y servicios de educación y salud con 10,000. Además, la construcción y los recursos naturales/minería añadieron 16,000 y 4,000 empleos respectivamente. Sin embargo, se registraron pérdidas en sectores clave como los servicios profesionales y empresariales (-32,000), comercio, transporte y servicios públicos (-13,000), y manufactura (-12,000). Las grandes empresas experimentaron una contracción significativa, perdiendo 83,000 empleos y neutralizando las ganancias de agosto, mientras que las pequeñas y medianas empresas añadieron 95,000 y 72,000 empleos respectivamente, mostrando una resiliencia y dinamismo en el segmento de menores dimensiones.

El crecimiento salarial anual también mostró signos de desaceleración, disminuyendo al 5.9%, marcando la duodécima caída mensual consecutiva. Incluso aquellos que cambiaron de empleo experimentaron una reducción en los aumentos salariales al 9%. Este escenario plantea interrogantes sobre la sostenibilidad y calidad del crecimiento del empleo en el futuro cercano, especialmente en el contexto de una economía que busca recuperarse de los impactos prolongados de la pandemia. La combinación de una desaceleración en la contratación y el crecimiento salarial decreciente podría tener implicaciones en el consumo y la inversión, dos componentes clave del PBI, y por ende, en la trayectoria de recuperación económica de EEUU.