El Banco de México (Banxico) ha mantenido su tasa de interés en 11.25%, una cifra récord, por quinta ocasión consecutiva. Esta decisión, tomada de forma unánime y en línea con las expectativas del mercado, refleja un reconocimiento por parte del banco central de los avances en el proceso desinflacionario del país. A pesar de la mejora en las perspectivas de inflación para 2023, Banxico advierte que el panorama económico aún presenta desafíos significativos. Esta postura cautelosa se alinea con la Reserva Federal de EEUU, que también ha mantenido su tasa de interés recientemente, señalando una tendencia de política monetaria conservadora a nivel internacional.
La inflación general en México ha mostrado una tendencia a la baja, alcanzando en octubre un 4.2%, el nivel más bajo desde febrero de 2021, y una disminución notable desde el 7.8% de diciembre, la tasa más alta para un cierre de año en el siglo. A pesar de esta mejora, la inflación subyacente se mantiene elevada en 5.5%. En respuesta, Banxico ha ajustado su pronóstico de inflación general, estimando ahora un promedio anual de 4.4% para el último trimestre de 2023, una reducción desde la proyección previa de 4.7%, mientras mantiene su expectativa de una inflación promedio de 3.4% para el cierre de 2024. El banco central enfatiza la necesidad de mantener la tasa de referencia actual por un tiempo para lograr una convergencia ordenada y sostenida de la inflación hacia la meta del 3%.
Banxico ha identificado varios riesgos que podrían influir en la inflación, incluyendo la persistencia de la inflación subyacente en niveles altos, la depreciación de la moneda, mayores presiones de costos, una economía más resiliente de lo esperado, y presiones en los precios de energéticos o productos agropecuarios. El banco central mantiene una visión cautelosa, considerando que el balance de riesgos para la inflación sigue inclinado al alza. La próxima revisión de la política monetaria, que será la última del año, está programada para el 14 de diciembre, lo que indica que el banco está preparado para ajustar su política si las condiciones económicas lo requieren.
La decisión de Banxico de mantener la tasa de interés estable refleja una estrategia de prudencia en medio de un entorno económico global incierto. La consistencia en la política monetaria sugiere un compromiso con la estabilización de la inflación, aunque también plantea preguntas sobre el impacto en el crecimiento económico y el crédito. La postura de Banxico, en sintonía con la Reserva Federal de EEUU, puede ser indicativa de una tendencia más amplia hacia la estabilización monetaria en el contexto de una recuperación económica post pandémica. La próxima reunión en diciembre será crucial para entender la dirección futura de la política monetaria de México y su impacto en la economía nacional e internacional.