En diciembre de 2023, el Índice de Gestión de Compras (PMI) compuesto global de EEUU, registró un nivel de 50,9. Este indicador es esencial para evaluar la salud económica del país, ya que mide la actividad empresarial en los sectores de servicios y manufactura. Un valor por encima de 50 señala expansión, mientras que uno por debajo indica contracción. El PMI de diciembre muestra un leve incremento en comparación con noviembre de 2023, cuando se situó en 50,7, y es casi igual al valor proyectado inicialmente de 51,0.
Detalles Claves: La expansión marginal registrada en diciembre de 2023 marcó la más rápida desde julio del mismo año. Este crecimiento fue impulsado principalmente por el sector de servicios, que continuó expandiéndose, mientras que la producción manufacturera sufrió una caída. Los proveedores de servicios notaron un aumento más significativo en las nuevas ventas, en contraposición a los productores de bienes, quienes experimentaron una reducción más acelerada en los nuevos negocios.
Información Adicional: A pesar de la disparidad entre los sectores, los niveles de empleo en la economía de EEUU vieron un modesto incremento. En cuanto a la dinámica de precios, los costos totales de los insumos aumentaron a un ritmo más rápido, lo que sugiere presiones inflacionarias en el lado de los costos. Sin embargo, la inflación de los precios de venta experimentó una desaceleración, lo que podría indicar una respuesta a las condiciones del mercado o estrategias de precios de las empresas.
Análisis de las Implicancias: La estabilización del PMI compuesto en un nivel ligeramente expansivo es una señal mixta para la economía de EEUU. Por un lado, la fortaleza en el sector de servicios, que es un importante motor de crecimiento y empleo, aporta positivamente al panorama económico. Por otro lado, la debilidad en el sector manufacturero y la aceleración de los costos de insumos pueden aumentar las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la recuperación económica, particularmente si estas tendencias persisten. La desaceleración en la inflación de precios de venta puede reflejar una mayor sensibilidad al precio en un entorno económico incierto, lo que podría tener implicaciones tanto para la política monetaria como para las decisiones de consumo y de inversión en el futuro próximo.