La situación de Petroperú requiere una evaluación detallada y la implementación de medidas correctivas y estratégicas para abordar sus problemas financieros, operativos y de gobernanza, lo que implica un reto significativo para los gestores actuales y futuros de la empresa y el gobierno peruano. En base a toda la información que se ha provisto a la fecha, podemos resumir los principales desafíos de la petrolera estatal en seis aspectos:
- Situación Financiera y Patrimonial Complicada: Según un Plan de Reestructuración presentado en 2023, Petroperú tiene un valor de equity estimado en negativo, entre -US$ 1.880 millones y -US$ 1.593 millones, lo que indica una situación financiera y patrimonial delicada que requiere atención urgente.
- Pérdidas Millonarias: Petroperú cerró 2023 con pérdidas de US$ 822 millones, una tendencia que ya se había manifestado desde 2022. Las razones detrás de estas pérdidas incluyen la reducción de ventas en el mercado nacional debido al incremento de la competencia, mayores costos de importación, y gastos operativos incrementados por la operación no optimizada de la Nueva Refinería Talara (NRT).
- Rebaja en la Calificación Crediticia: Agencias internacionales como Fitch y S&P Global Ratings han rebajado la clasificación crediticia de Petroperú a niveles considerados como «basura». Esta situación afecta la capacidad de la empresa para financiarse en condiciones favorables y aumenta el riesgo de un default técnico.
- Retos de Gobernanza: La gestión y el gobierno corporativo de Petroperú han sido señalados como aspectos que necesitan mejora. Los cambios en la gobernanza y la administración han sido recomendados como pasos críticos hacia la estabilización de la empresa.
- Necesidad de Transparencia y Mejoras Operativas: Se ha recomendado una mayor transparencia en la gestión de Petroperú, así como la implementación de mejoras operativas y estratégicas para monetizar deudas pendientes y optimizar el uso de activos.
- Presión para el Gobierno: La situación de Petroperú pone presión sobre el gobierno peruano, ya que cualquier rescate financiero o apoyo extraordinario tendría un impacto significativo en las finanzas públicas. La decisión de privatizar, mantener como empresa estatal o buscar otros mecanismos de gestión requiere un análisis cuidadoso y consideraciones estratégicas.