El Banco de Japón dijo que hay crecientes señales de que los efectos positivos de la debilidad del yen y las políticas pro inflación del Gobierno están aumentando. Así, el BOJ votó de forma unánime por mantener su promesa de incrementar la base monetaria, o efectivo y depósitos en el banco central, a un ritmo anual de 60 billones a 70 billones de yenes (600.000 millones a 700.000 millones de dólares).
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