La pesquería peruana es monoespecífica, como se aprecia en los cuadros siguientes. La participación de la anchoveta en los desembarques es una evidencia clara de la dependencia que tiene el sector de este recurso. El 78% de los desembarques en 50 años lo ha constituído este pequeño pelágico.
Las condiciones y características especiales del gran ecosistema marino de Humboldt permite la presencia de tan importante cardumen, el cual sigue sobreviviendo pese al esfuerzo pesquero exagerado y descomunal que se aplicó en algunas épocas, felizmente superadas.
Sin embargo, el fenómeno del cambio climático y del calentamiento global puede deparar algunas sorpresas al sector si es que no se toman las previsiones del caso. Impone, en cualquier caso, adoptar un enfoque precautorio en relación a la anchoveta.
La producción de congelados, conservas, curados y el abastecimiento de producto fresco se sustenta en el 22% de los recursos desembarcados. Impone mayores esfuerzos de investigación para desarrollar nuevas pesquerías.
El Perú se precia de ser un país pesquero porque desembarca los volúmenes de pesca más altos del planeta; pero basado en un solo recurso, que convierte a la pesquería peruana en vulnerable ante cualquier alteración del ecosistema.
Los retos para la nueva administración que asuma el 2011 consistirán en llevar las pesquerías a niveles apropiados de sostenibilidad; realizar esfuerzos para producir mayores resultados de investigación científica y desarrollo tecnológico que permitan diversificar la extracción y la producción; ordenamiento adecuado; mejorar la participación del Estado en la renta generada por la pesquería.
Fuente: IMARPE y PRODUCE
Elaboración: Revista Pesca
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