Según datos de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) se calcula que en 2012, en Perú existían 60.400 hectáreas de cultivos de coca con una producción potencial anual estimada de 129.000 toneladas de hojas de coca, que permite afirmar que la producción potencial de cocaína en Perú alcanzaría aproximadamente 360 toneladas anuales, de las cuales 5% son incautadas por los operativos policiales, quedando alrededor de 340 toneladas para el negocio del narcotráfico a un costo promedio por kilo de US$ 4.000, totalizando cerca de US$ 1.360 millones.
Perú es el primer eslabón en la cadena del narcotráfico, por lo que los precios al consumidor final pueden alcanzar entre US$ 40.000 y US$ 200.000 por kilogramo, esta distribución está en manos de comercializadores y cárteles internacionales. Según The New York Times, el Cartel de Sinaloa liderado por el recientemente capturado Joaquín “el chapo” Guzmán vendía el kilo de este ilegal producto en US$ 100.000.
La zona con mayor cantidad de cultivo de coca para el narcotráfico es el Valle del río Apurímac, Ene y Mantaro con el 30% del total, seguido por el Valle de La Convención – Lares en Cusco y el Alto Huallaga. Cabe destacar que en el VRAEM no solo destaca la mayor concentración de producción de hoja de coca sino también por la productividad de sus cultivos, que en promedio sobrepasan las 3 toneladas por hectárea al año, superior al promedio nacional de 2, 1 por hectárea, indica Devida.
De acuerdo a la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas se espera que este año se erradiquen 22.000 hectáreas de cultivos de coca, pero se harán los esfuerzos para alcanzar 30.000 hectáreas; además se tiene previsto acompañar las acciones con la aplicación de programas de desarrollo alternativo para atenuar el efecto de la erradicación sobre la economía de los agricultores.
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