Agenda del Bicentenario: ¿Diálogo o Acción?

A un mes del referéndum, el presidente Vizcarra ha lanzado desde la ciudad de Huamanga una “Agenda del Bicentenario”, compuesta por seis temas (“banderas”): (1) lucha contra la corrupción; (2) diálogo contra la violencia; (3) integración, competitividad y modernización económica; (4) igualdad de oportunidades; (5) desarrollo sostenible respetuoso de la naturaleza; y (6) país orgulloso de su identidad y diversidad.

El mandatario plantea un Pacto Social en torno a esos seis temas, construido a partir de un diálogo permanente. ¿Entre quiénes? ¿En qué instancias de diálogo? ¿En qué plazo?

¿Se habrá percatado Vizcarra de que el 2021 está a la vuelta de la esquina y que prácticamente sólo quedan dos años y medio para el bicentenario?

¿Cabe a estas alturas del partido plantear una agenda de temas genéricos, en lugar de dar a conocer cuál es el plan que ha venido siguiendo en cada uno de ellos y que queda por hacer?

Es cierto que hemos tenido un Ejecutivo asediado por una oposición recalcitrante, más preocupada en salvar su comprometido pellejo en escándalos de corrupción, que en contribuir con buenas leyes al bienestar de los peruanos.

Sin embargo, las malas artes de la oposición no eximen al gobierno de su responsabilidad de gobernar con liderazgo.

Los seis puntos de agenda propuestos por el presidente son ya lugares comunes de su mensaje de toma de mando y del plan que sometió su premier ante el Congreso. A estas alturas, debería mostrarse resultados alcanzados y un plan con objetivos, metas, estrategias, acciones, proyectos concretos y niveles de ejecución con miras a que sean cumplidos a julio de 2021. Desmenucemos algo de cada uno de estos seis temas de agenda, para poder vislumbrar el tamaño del reto.

(1) Lucha Anti – Corrupción

En la lucha contra la corrupción, el gobierno de Vizcarra podría ya haber dado un paso gravitante restituyendo y perfeccionando el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP) en reemplazo de Invierte.pe, caricatura caótica de un sistema de inversión, que rompió con el debido proceso técnico de evaluación y priorización, orientada a garantizar la calidad y el mejor costo beneficio de cada proyecto. Nótese que la gran corrupción de Lava Jato ocurrió en proyectos que fueron exonerados del SNIP; justamente para que las empresas contratistas pudieran hacer de las suyas.

Para que haya menos corrupción, Vizcarra podría fortalecer tecnológica y metodológicamente a la Unidad de Inteligencia Financiera, para ampliar su capacidad de seguimiento, investigación y determinación de daños en sectores económicos de alto riesgo.

También podría emprender una reforma institucional del MEF y el MTC y solicitar auditorías de gestión a la Contraloría en ambos ministerios y en una muestra de gobiernos regionales y locales, a fin de identificar los principales mecanismos de corrupción y sus responsables.

Además, debería obligar a las entidades públicas a publicar información completa sobre sus gastos, contratos y compras, potenciar la compra de bienes estandarizados, por la modalidad de subasta inversa, automatizar el control de cumplimiento de los contratos y la liquidación de pagos a proveedores, introducir las compras estatales sustentadas en el enfoque de logro de objetivos, en lugar del enfoque del debido proceso.

También debería llevar adelante un plan de automatización de trámites a través de una ventanilla única de trámites del Estado, sustentada en la inter-operatividad de todas las entidades públicas.

(2) Lucha Contra la Violencia

Para reducir los niveles de violencia en las calles y los hogares, sobre todo contra la mujer, el punto de partida es crear un solo sistema de lucha contra la violencia y la delincuencia, en el cual participen todas las entidades involucradas, al más alto nivel político.

Lo que no viene sucediendo actualmente, pues se vienen superponiendo dos sistemas desarticulados; uno de seguridad ciudadana y otro de lucha contra la violencia; ambos operando con muy bajo liderazgo político.

Además, la población debería poder informarse en línea, las 24 horas del día, sobre cuáles son las calles o manzanas más peligrosas. Y también debería poder registrar sus denuncias online, de la manera más simple.

(3) Integración, Competitividad y Modernización Económica

En este punto, claramente Vizcarra aspira a un Perú más integrado territorialmente, con regiones modernizadas que acorten sus brechas de competitividad con Lima.

En consonancia con la raigambre provinciana del gobierno, podría pensarse que el centralismo de Lima es el principal escollo para ello. Lo cual va a contracorriente del pensamiento estratégico dominante a escala mundial, donde las ‘Mega-Ciudades’ se están convirtiendo en los ejes dinamizadores de la competitividad de los países en desarrollo.[1]

Es un hecho que, desde una perspectiva geopolítica, Lima es la mayor fortaleza que tiene el Perú en cuanto a capacidades productivas y de innovación. En lugar de mirar con recelo a Lima considerándola un competidor del resto del Perú, hay que verla como la mayor fuente de demanda de los productos del interior del país, y como la base empresarial y de inversión más potente para apalancar el desarrollo sostenible del resto del país.

Para que las regiones del Perú puedan llegar a ser competitivas se requiere consolidar la articulación logística y de transporte multimodal de Lima con el resto del país. Una mega – ciudad capital sin congestión vehicular, sin violencia y crimen, con una amplia movilidad urbana sustentada en centralidades competitivas, creciendo verticalmente con acceso a crecientes espacios públicos, e integrada a una red de ciudades intermedias a través de trenes de cercanías, será el mejor pivote del progreso integrador y modernizador del país.

Además, se requiere destrabar los mega proyectos de inversión de infraestructura paralizados, y los proyectos mineros afectados por conflictos sociales. Se requiere liderazgo para promover la inversión privada transparente y responsable, en el financiamiento de proyectos que contribuyan a cerrar la brecha de infraestructura.

(4) Igualdad de Oportunidades

Para que haya igualdad de oportunidades tiene que haber acceso a salud y educación de calidad. La problemática de acceso a la salud es compleja, pero en una perspectiva de dos años y medio es factible acortar camino si se logra que todo peruano sea dueño de su historia clínica, y pueda utilizarla en cualquier establecimiento de salud.

Dada la estrechez de recursos, el gobierno debe priorizar el acceso a servicios de salud primaria, a través de un modelo de servicio ambulatorio mediante telemedicina, con acceso a medicamentos genéricos de calidad.

En cuanto al acceso a educación de calidad, es preciso acelerar la reforma magisterial, con miras a que alumnos, maestros, directores de escuelas y altos funcionarios del MINEDU tengan competencias con estándares internacionales.

Lo antes posible se debe contar con un ‘Currículo Nacional’ adaptado a la realidad de vida de los estudiantes en cada zona, de la mano con la universalización de la educación básica.

(5) Desarrollo Sostenible Respetuoso de la Naturaleza

No puede haber respeto a la naturaleza si, a vista y paciencia del gobierno, mafias infiltradas en el aparato estatal día a día deforestan 150 mil hectáreas de bosques naturales, que se traducen en exportaciones ‘legalizadas’ de maderables, producto de la tala ilegal de árboles, sin siembra de nuevos árboles, provenientes de áreas protegidas, territorios indígenas, tierras estatales y hasta de propiedad privada. Es todo un tinglado en el que los concesionarios presentan listados de árboles a extraer que son inexistentes, y las autoridades dan visto bueno a su extracción emitiendo los permisos correspondientes.

A la tala ilegal, se suma el cultivo de la palma aceitera, la expansión de la frontera agrícola para ganadería y el cultivo de coca para el narcotráfico. De suerte que la degradación de zonas protegidas se ha convertido en un problema grave.

Nada de esto puede suceder sin pagos de cupos bajo la mesa a funcionarios y autoridades, así como sin asesinatos de nativos que denuncian estos hechos, y el amedrentamiento a inversores formales.

La primera meta del gobierno en este frente debería ser reducir la tala ilegal a cero. En simultáneo, trazarse una meta razonable de alcanzar las 500 mil hectáreas reforestadas al 2021, bajo un modelo de agro-forestación productiva orgánica sostenible.

(6) País Orgulloso de su Identidad y Diversidad

Un país orgulloso de su identidad y diversidad, como lo es México, es un país que da primera prioridad al desarrollo cultural. Es un país que promueve la cultura y convierte su patrimonio histórico en capital cultural. Es a través de la promoción de las artes que los países logran desarrollar una identidad sustentada en el respeto y admiración a su diversidad.

Lamentablemente la cultura sigue siendo la última rueda del coche a la hora de la repartición de la torta presupuestal. En este tema se requiere un liderazgo similar al que ha jugado Gastón Acurio en el rubro gastronómico. El liderazgo de un gran ministro de cultura de la mano con un gran ministro de desarrollo de ciudades (superando el concepto de ‘ministerio de vivienda y construcción’), que juntos pongan en valor el patrimonio cultural del Perú.

 

 


[1] Véase Fransua Vytautas Razvadauskas (2018) “Megacities: Developing Country Domination”. Euromonitor.

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