La tasa de inflación mensual en Argentina se ubicó en 4,9% en noviembre, por debajo de las expectativas del mercado de 5,9% y desacelerándose desde el 6,3% del mes anterior. Si bien se mantuvo muy por encima de los niveles históricos, marcó el aumento más bajo en los precios al consumidor argentinos desde febrero.
Los costos aumentaron a un ritmo moderado en alimentos y bebidas no alcohólicas (3,5% vs 6,2% en octubre) y restaurantes y hoteles (5,5% vs 7,4%). Por otro lado, se aceleró el IPC de vivienda y servicios públicos (8,7% vs 7,5%) y transporte (6,1% vs 4,5%). Aun así, la inflación argentina se disparó hasta el 92,4% interanual, la más alta desde 1991.