QUE SE VAYAN TODOS
La corrupción en el Perú se ha vuelto el estado normal de las cosas. La población la acepta como inevitable. Los defensores del gobierno de Castillo incluso la justifican, no desde un ángulo ético ni moral, sino con argumentos reivindicativos: dejad que “los de abajo” (así sean prontuariados e incapaces) copen el Estado y roben,…