Las tarjetas de crédito fueron uno de los productos estrella de la banca en el 2015. Así, cerraron diciembre con un crecimiento anual de 23, 7%, pese a la disminución del número de plásticos registrada el año pasado.
Los bancos se enfocaron en impulsar el mayor uso de las tarjetas vigentes antes que en incorporar a nuevos clientes. Por ello, durante el 2015 elevaron en S/ 9.902 millones las líneas de crédito autorizadas de los plásticos, que sumaron S/ 71.394 millones a diciembre de ese año, según datos de la Asociación de Bancos (Asbanc).
Esta tendencia se acentuó hacia finales del 2015. Las líneas de crédito aumentaron en S/ 3.473 millones entre noviembre y diciembre, el mayor crecimiento bimestral en al menos dos años.
Además, los tarjetahabientes hicieron uso del 31, 78% (S/ 22.689 millones) del total de las líneas disponibles.
‘Upgrade’
En muchos casos, las mayores líneas de crédito vienen acompañadas de tarjetas de mayor jerarquía.
Julio Anaya, subgerente de Gestión de Portafolio-Medios de Pagos de BBVA Continental, estimó que hasta un 50% de las personas que cuentan con un plástico logran acceder a uno de mayor rango en alrededor de seis meses de uso.
Un cliente que mejora su nivel de ingresos, utiliza su tarjeta con regularidad y es un buen pagador, puede realizar el upgrade, detalló Anaya.
Por ejemplo, puede pasar de una tarjeta clásica a una oro, refirió.
Marcelo Mundaca, gerente de Negocios de Comparabien, sostuvo que con el upgrade a los plásticos la banca busca fidelizar a los buenos clientes. “Si observa que un cliente con una antigüedad de por lo menos seis meses consume con frecuencia y es buen pagador, entonces el banco decide brindarle mayores beneficios”, explicó.
Según Julio Anaya, el 40% de los tarjetahabientes posee un tarjeta clásica; el 20% una dorada u oro; el 15%, una platinum, mientras que el 25% restante posee una premium, que engloba tanto a la Signature como a la Infinite.
“Vida del plástico”
A medida que el consumidor peruano se familiariza con el uso del plástico, este producto va ganando protagonismo en el mercado local y, por tanto, la vida útil del mismo ha aumentado.
El tiempo que utilizan las personas su tarjeta es de entre tres y cuatro años, mayor al que se observaba en el 2011, cuando el promedio era de tres años, indicó Anaya. “La tendencia es a que ese tiempo aumente, pues la idea es que la tarjeta de crédito acompañe al cliente durante el transcurso de su vida”, agregó.
Actualmente, en promedio, una persona posee entre tres y cuatro plásticos.
Hace unos años, cuando el boom de los retail hizo que estos establecimientos ofrecieran tarjetas a sus clientes sin mayor restricción, ese promedio era mayor, dijo el ejecutivo.
El número de plásticos fue de 8, 2 millones a fines del 2015, 67.700 menos que en el año previo, según datos de Asbanc. Es decir que el significativo incremento de los saldos de las tarjetas representa un uso más intensivo
de las mismas, destacó Anaya.
Sin embargo, consideró que la mayor utilización no implicaría un sobreendeudamiento de los tarjetahabientes, pues cada vez más personas emplean los plásticos como medio de pago en reemplazo del efectivo.
Líneas autorizadas van desde S/ 500 hasta S/ 100, 000
La línea de crédito autorizada de una tarjeta está en función del ingreso de cada persona y puede variar entre S/ 1, 000 y S/100, 000, señaló Julio Anaya, subgerente de Gestión de Portafolios – Medios de Pagos de BBVA Continental.
Incluso, pueden llegar a ser de S/ 500 en el caso de los plásticos de las tiendas por departamentos, complementó Marcelo Mundaca, gerente de Negocios de Comparabien.
Anaya precisó que las líneas autorizadas pueden equivaler a entre uno y tres sueldos del cliente. “Por ejemplo, con un sueldo de S/ 1.500, una persona puede acceder a una línea de hasta S/ 5.000”, refirió.
Si bien una línea de crédito amplia en la tarjeta puede ser útil frente a cualquier eventualidad, lo recomendable es que el endeudamiento con los plásticos no sobrepase el 30% de los ingresos, sostuvo Anaya.