Un grupo de legisladores europeos votó que, a partir de 2016, los grandes depositantes en la UE podrían sufrir pérdidas si un banco se ve en serios problemas, haciéndose eco de un acuerdo en Chipre donde los acaudalados depositantes fueron duramente golpeados en dos bancos para salvar al país de la bancarrota. Bajo la propuesta, un banco solamente recurriría a los depósitos de más de 100.000 euros una vez que haya agotado otras vías tales como los accionistas y tenedores de bonos. El borrador de la ley necesita la aprobación de los 27 ministros de finanzas de la UE y la mayoría de los 750 legisladores en el parlamento antes de convertirse en ley.
NOTICIAS, ANÁLISIS ECONÓMICO Y DE NEGOCIOS