La administración de Jair Bolsonaro logró cumplir las metas fiscales pautadas para fin de año. Las estadísticas sugieren que el Gobierno federal alcanzó un superávit primario del 0,88% del PBI al término del mes de octubre, uno de los resultados más equilibrados registrados desde mediados de 2014, y un superávit primario de 1,8% del PBI en octubre.
La mayor parte del superávit federal fue explicado por el ingreso extraordinario de las privatizaciones. El proceso de transferencia de activos y pasivos desde el sector público hacia el sector privado que atravesó Brasil en los últimos años fue el más importante desde la década de 1990. Las empresas estatales acumularon un superávit del 0,1% del PBI en octubre.