Hace algunos días (04.05.20) discutimos en este blog la posibilidad que algunas regiones del norte del país puedan desarrollar la dinámica sanitaria de las regiones italianas.
Como se observa en la gráfica, la dinámica por región ahora es muy idiosincrática, muy local. Por ejemplo, Piura pasa de un valor reportado en letalidad el 03/05/20 de 8,83% a 11,31% el 11/05/20, ocho días después. Tumbes pasa de un valor de letalidad aparente de 4,47% a 9,27% en el mismo período; mientras que La Libertad cambia su valor de 2,61% a 5,56%.
Aunque cada dinámica local modifica el valor del parámetro en distinta velocidad, todas las regiones comparten un factor en común: suben su tasa de letalidad aparente. La velocidad con la que este incremento se presenta tiene que ver con la infraestructura sanitaria con la que cuenta cada región para hacer frente a la semana epidemiológica que en estas regiones se estaría produciendo.
Caso aparte es el Callao, donde la letalidad aparente pasa de 5,95% a 7,45%, en ocho días. Aunque algunas variables como ‘la proporción de infectados sobre testeado’ se mantiene casi inalterable en esta región, su tasa de letalidad aparente nos proporciona información sobre lo complicado que ya está siendo para la provincia porteña poder administrar la cantidad de contagiados que estarían atendiéndose en su oferta sanitaria. Esto da información que el Callao aún no sería tan estable como podría inferirse tomando en cuenta sólo el porcentaje de infectados.
Por último, se observa la estacionariedad alcanzada en tres regiones del país: Lima, Lambayeque y Loreto, donde los valores en el plano de infectados/letalidad aparente no varían prácticamente en el tiempo [dinámica encerrada en círculo violeta]. Esto sería una noticia alentadora en la medida que estas tres grandes zonas del país ya estarían pasando su meseta de la curva de contagios, estando cerca a revertir el incremento en el número de contagiados diarios. Estas regiones representan, según el censo de 2017, el 39,7% de la población peruana, lo que permitiría inferir que el aporte de estos lugares a la estabilización de la curva de contagios por Covid-19 está ayudando a alcanzar el pico de contagios.
Preocupan mucho las regiones del norte, desde La Libertad hasta Tumbes. El incremento en la tasa de letalidad de La Libertad ha sido feroz en ocho días. Ha salido ya de su zona de confort que compartía con Arequipa y Cusco a inicios de mes. Es muy probable que, dada la saturación observada en regiones colindantes (Lambayeque, por ejemplo) en sus centros de atención sanitaria, se haya movilizado población desde estos lugares hacia La Libertad, en busca de alivio médico. Esto habría presionado al alza la tan bien controlada tasa de letalidad aparente trujillana.