China: 40 años de reformas económicas y su impacto en el Perú

Las reformas económicas implementadas por China desde 1979 hicieron posible que su economía creciera de manera excepcional en un promedio anual del 9% y le permitió sacar de la pobreza a 700 millones de personas, principalmente gracias a su apertura económica, integración e interacción con el comercio internacional.

Como parte del proyecto de modernización del entonces líder Deng Xiaoping, la economía china necesitaba atraer inversión extranjera, importar insumos y materias primas, así como tecnología y buscar mercados donde colocar sus productos.

La economía peruana de la década de 1980 se benefició gracias al despertar del Dragón y su demanda de materias primas. Durante esta década, China se convirtió en el principal comprador de harina de pescado para Perú y en menos cantidad de metales como el zinc y el plomo. Por el lado del comercio bilateral, las exportaciones peruanas a China desde 1980 a 1989 aumentaron de 83 millones de dólares a 181 millones de dólares respectivamente, mientras que las importaciones en el mismo período aumentaron de 11 millones de dólares a 21 millones de dólares.

En 1988 las empresas chinas comenzaron a interesarse en invertir en el Perú. Delegaciones chinas vinieron al país para estudiar la posibilidad de inversión, pero debido a la inestabilidad política y de seguridad en Perú, decidieron no hacerlo aún.

Durante los primeros años de la década de los noventa, Perú decidió implementar políticas económicas para abrir la economía, tales como bajar los aranceles, privatizar las empresas públicas y atraer inversiones extranjeras al brindar seguridad legal y la facilidad de invertir en cualquier sector. Además, el interés de China en invertir en América Latina se incrementó desde esta década con la política de internacionalización de las empresas chinas también llamada «Going Out Policy». Así, en 1992, China realizó una inversión muy grande por primera vez fuera de Asia con la compra de la compañía estatal Hierro Perú por parte de la compañía Shougang Corporation por un monto de 120 millones de dólares (China se convirtió en el cuarto inversionista más grande en el Perú en ese año). A esto le siguió la inversión de China National Petroleum Company (CNPC) en el sector petrolero en 1994. Además en junio de ese mismo año, ambas naciones firmaron un acuerdo de inversión bilateral que entró en vigor en 1995.

Desde 1990, las exportaciones de Perú a China aumentaron debido a la gran demanda de materias primas, especialmente minerales. Así, las exportaciones a China pasaron de 194 millones en 1992 a 309 millones de dólares en 1999.

En la década de 2000, tanto el comercio como la inversión china en Perú comenzaron a crecer de una manera más exponencial. Entre 2000 y 2010, las exportaciones peruanas a China aumentaron casi 10 veces, de 560 millones de dólares a 5,436 millones de dólares, respectivamente, y las importaciones de China en casi 40 veces, de 144 millones de dólares a 5,120 millones de dólares. El aumento en el valor de las exportaciones también se debió al aumento en los precios de los productos básicos desde el comienzo de esta década.

Asimismo, la segunda ola importante de inversión china en Perú ocurrió entre 2007 y 2008 con 3 nuevas concesiones de cobre. Primero con Toromocho en la región de Junín comprada por CHINALCO (Corporación de Aluminio de China) por 790 millones de dólares, seguida por Rio Blanco en Piura comprada por el Consorcio Zijin por 182 millones de dólares y Galeno en la región de Cajamarca comprada por Minmetals Non Ferrous Metals Company y Jiangxi Copper Company por 455 millones de dólares.

En 2010 entró en vigencia el acuerdo de libre comercio que firmaron Perú y China en 2009 y, gracias a esto, comenzó el aumento de sus exportaciones de productos agrícolas. Esto también se debió al hecho de que Perú obtuvo permisos fitosanitarios para exportar productos como aguacate, mango, berries, espárragos, uvas. De esta manera, Perú ha aumentado poco a poco su participación en el mercado chino y ya se ha convertido, por ejemplo, en su segundo proveedor de berries y el tercero de aguacate. Así, también en 2015, China se convierte en el mayor socio comercial de Perú, superando a Estados Unidos.

Por otro lado, en 2012, China y Perú elevaron el nivel de sus relaciones al establecer una Alianza Estratégica Integral para poder coordinar acciones de políticas en muchas áreas, como educación, energía e infraestructura.

En 2014, un consorcio de compañías chinas lideradas por Minmetals Group pagó casi 6 mil millones de dólares por la mina de cobre Las Bambas, que fue la mayor inversión realizada en Perú. Por otro lado, CNPC continuó invirtiendo, comprando en 2015 los bloques petroleros de la compañía brasileña PETROBRAS por un valor de 2.5 mil millones de dólares.

Si bien China es el principal inversor en Perú en el sector minero, está comenzando a invertir en el tan necesario sector de infraestructura. Ya tiene 3 proyectos: construir un puerto, una central hidroeléctrica y una hidrovia.

El estado de las buenas relaciones se manifiesta, por ejemplo, en las visitas que han realizado los Jefes de Estado. Por ejemplo, el presidente Ollanta Humala visitó China en 2013 y el presidente Pedro Pablo Kuczynski también visitó China como su primer viaje oficial como presidente en 2016.

De manera similar, los presidentes chinos Hu Jintao y Xi Jinping visitaron Perú para las reuniones cumbre de APEC que se celebraron en Lima en 2008 y 2016.

Con respecto a la iniciativa de la Franja y la Ruta, donde ya 10 países latinoamericanos han firmado un memorando de entendimiento al respecto, Perú ha mostrado interés en participar, aunque aún no ha firmado uno.

Durante la visita del Ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Néstor Popolizo, a China a fines de agosto de este año, se han considerado las negociaciones para la actualización del TLC entre las dos naciones.

Además, Perú ha solicitado ser miembro del Banco Asiático de Infraestructura y se espera que sea un miembro pleno pronto.

Los 40 años transcurridos desde la apertura de China al mundo han sido testigos del desarrollo compartido de ambas naciones. Sin lugar a dudas, el continuo desarrollo de China continuará y esto también será beneficioso para el Perú.

 

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