China: actividad privada alcanzó su nivel más bajo en 20 meses

El gigante asiático enfrenta un desafío alarmante: su índice PMI compuesto, que mide la actividad manufacturera y de servicios, ha caído a 50,1 en agosto de 2024, el nivel más bajo en 20 meses. Este descenso refleja las crecientes dificultades económicas del país, incluyendo una desaceleración en la producción industrial, un mercado inmobiliario en crisis, y un debilitamiento de la demanda tanto interna como externa. A pesar de las promesas del gobierno de Pekín para revitalizar la economía, la realidad muestra un panorama sombrío con pocas señales de mejora en el corto plazo.

  • Caída del PMI a 50,1 en agosto: El PMI compuesto de China cayó a 50,1 en agosto de 2024, bajando ligeramente desde el 50,2 de julio. Este es el nivel más bajo registrado desde diciembre de 2022, lo que indica una economía en estancamiento y un riesgo creciente de contracción si no se implementan medidas efectivas.
  • Contracción en la actividad fabril: La actividad manufacturera de China se contrajo al nivel más bajo en seis meses, evidenciando problemas significativos en uno de los sectores más cruciales de su economía. La disminución en la producción refleja la débil demanda global y las dificultades internas, exacerbadas por la crisis en el mercado inmobiliario.
  • Sector servicios cerca de su mínimo en nueve meses: El crecimiento del sector servicios, un pilar clave para la transición de China hacia una economía más orientada al consumo, se ha ralentizado considerablemente, alcanzando su nivel más bajo desde noviembre de 2023. Esto pone en entredicho la capacidad del país para compensar la desaceleración manufacturera con un sector servicios robusto.
  • Caída de los precios de las viviendas y del crédito: Los precios de las viviendas nuevas cayeron al nivel más bajo en nueve años en julio, reflejando una crisis profunda en el mercado inmobiliario. Al mismo tiempo, los nuevos préstamos en yuanes alcanzaron un mínimo de 15 años, lo que evidencia una falta de confianza tanto por parte de las empresas como de los consumidores en la economía.

  • Producción industrial en desaceleración: La producción industrial creció un 5,1% interanual en julio, su nivel más bajo en cuatro meses. Este dato es preocupante, ya que la industria ha sido tradicionalmente uno de los motores de crecimiento más importantes para China, y una desaceleración prolongada podría tener efectos devastadores en el empleo y el crecimiento económico.
  • Ventas minoristas en recuperación lenta: A pesar de los esfuerzos del gobierno por estimular el consumo interno, las ventas minoristas solo han logrado una recuperación tímida tras caer a un mínimo de 17 meses en junio. Esto sugiere que la confianza del consumidor sigue siendo débil, lo que podría limitar el impacto de cualquier estímulo adicional.
  • Promesas gubernamentales sin detalles concretos: Aunque el gobierno chino ha prometido reiteradamente impulsar el consumo y expandir la demanda interna, ha ofrecido pocos detalles sobre cómo planea implementar estas medidas. Esta falta de claridad genera incertidumbre en los mercados y podría retrasar la recuperación económica.

  • Riesgo de una recesión económica: La continua caída del PMI y otros indicadores clave sugiere que China podría estar acercándose a una recesión económica, lo que tendría implicaciones significativas para la economía global dada la interconexión de los mercados.
  • Presión sobre el gobierno chino para actuar: La falta de detalles en las políticas anunciadas por el gobierno chino aumenta la presión para que se implementen medidas más concretas y efectivas. La falta de acción o la adopción de políticas inadecuadas podrían agravar aún más la crisis económica.
  • Impacto en los mercados globales y en las economías emergentes: Una desaceleración prolongada en China podría afectar negativamente a los mercados globales, especialmente a los países que dependen de la demanda china para sus exportaciones. Además, podría desencadenar una nueva ronda de volatilidad en los mercados financieros internacionales.

  • ¿Cómo planea el gobierno chino abordar la desaceleración?: ¿Qué medidas concretas podría implementar el gobierno chino para revertir la tendencia actual, y cómo afectarán estas medidas a la economía en el corto y largo plazo?
  • Impacto de la crisis inmobiliaria en la economía general: ¿Qué efectos tendrá la crisis inmobiliaria en el crecimiento económico general de China, y qué medidas podría tomar el gobierno para estabilizar este sector crítico?
  • Perspectivas para el sector servicios: ¿Podrá el sector servicios de China recuperarse suficientemente para compensar la desaceleración en la manufactura, y qué papel jugará en la transición hacia una economía más orientada al consumo?