En 2023, China experimentó una caída del 8% interanual en la Inversión Extranjera Directa (IED), alcanzando 1,13 billones de CNY (aproximadamente US$ 157.100 millones). Este descenso indica una recuperación aún incompleta de la inversión extranjera en el país tras la pandemia de Covid-19, reflejando cautela o reevaluación de estrategias por parte de los inversores internacionales.
Detalles Clave: La IED se contrajo en la industria manufacturera en un 1,8% y en los servicios en un 13,4%. Sin embargo, se observó un crecimiento en sectores específicos como la fabricación de alta tecnología, que aumentó un 6,5%. Dentro de este sector, se destacaron incrementos notables en equipos e instrumentos médicos (32,1%) y equipos electrónicos y de comunicaciones (12,2%). También se registraron aumentos en servicios de transformación de logros tecnológicos (8,9%), construcción (43,7%) e investigación y desarrollo, y diseño (4,1%).
Información Adicional: La inversión en industrias de alta tecnología representó el 37,3% de la inversión total en China. Por otro lado, la IED aumentó significativamente desde países como Francia (84,1%), Reino Unido (81,0%), Países Bajos (31,5%), Suiza (21,4%) y Australia (17,1%), lo que indica una confianza continua de ciertas regiones en el potencial de crecimiento de China, especialmente en sectores de alta tecnología.
Análisis de Implicancias: La disminución general de la IED en China sugiere un entorno de inversión desafiante, posiblemente debido a las secuelas económicas de la pandemia y a las tensiones geopolíticas. Sin embargo, el crecimiento en sectores de alta tecnología y áreas específicas como la investigación y el desarrollo muestra una tendencia hacia la inversión en innovación y tecnología avanzada. Este enfoque podría ayudar a China a mantener su competitividad a nivel global. A largo plazo, es esencial para China fortalecer su atractivo como destino de inversión y adaptarse a las cambiantes preferencias y consideraciones de los inversores internacionales.