Los bancos determinarán sus propios tipos de cambio para el yuan frente al dólar en sus operaciones con clientes, otro paso que da el gobierno de China para flexibilizar los controles para que la moneda local se ajuste mejor a los vaivenes del mercado. La segunda mayor economía del mundo busca extender el uso del yuan en el comercio global y liberar su estricto control sobre la moneda para una mayor participación en el mercado. El gobierno se ha comprometido a liberar las tasas de interés y los controles monetarios para ayudar a su economía a marchar sobre terreno firme, pero hasta ahora los cambios han sido graduales.
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