El mercado del petróleo ha experimentado una notable volatilidad, con los futuros del crudo West Texas Intermediate (WTI) escalando a más de US$ 87 por barril, lo que representa un aumento significativo del 5,5% durante la semana. Este incremento ha sido impulsado, en gran medida, por el conflicto en curso en el sur de Israel y Gaza, que ha exacerbado las tensiones geopolíticas en Oriente Medio, una región crucial para la producción y suministro de petróleo a nivel mundial. La situación en la región ha generado incertidumbre y ha afectado las dinámicas del mercado petrolero global, influyendo en los precios y las expectativas de los inversores.
Las tensiones se han intensificado aún más con las advertencias del ministro de Asuntos Exteriores de Irán, que indicó que los militantes respaldados por Teherán podrían abrir un nuevo frente en la guerra de Israel contra Hamás si persiste el bloqueo de Gaza. Además, la situación se complica con las recientes acciones de Estados Unidos, que ha impuesto un conjunto inicial de sanciones a los propietarios de petroleros que transportaban petróleo ruso a precios superiores al precio máximo establecido por el G7 de US$ 60 por barril. Esta medida busca penalizar a Rusia por su invasión de Ucrania y añade una capa adicional de complejidad al ya tenso mercado petrolero global, afectando las dinámicas de oferta y demanda.
Por otro lado, los datos oficiales han revelado que los inventarios de crudo estadounidenses aumentaron en 10,176 millones de barriles la semana pasada, marcando el incremento más significativo desde febrero. Sin embargo, es crucial notar que el suministro en el centro de almacenamiento en Cushing, Oklahoma, experimentó una caída. Este escenario, que combina un aumento en los inventarios con una disminución en ciertos suministros clave, junto con las tensiones geopolíticas y las sanciones, podría seguir ejerciendo presión al alza sobre los precios del petróleo en el corto a mediano plazo. La gestión de estas dinámicas y la capacidad de los actores del mercado para navegar a través de estos tiempos inciertos serán fundamentales para la estabilidad futura del mercado energético global.