En nuestra entrega de la semana pasada destacamos la significativa caída del ahorro interno, consecuencia de los importantes retiros de fondos de las AFP (caída del ahorro personal), y el aumento del déficit fiscal (caída del ahorro público). En esta entrega analizamos la otra fuente de ahorro, el ahorro externo.
El ahorro externo es consecuencia de la balanza en cuenta corriente. Cuando la balanza en cuenta corriente es negativa, se requiere financiar ese déficit con ahorro externo. Si la balanza es positiva el país traslada ese superávit al exterior con lo cual el ahorro externo se vuelve negativo. En el Gráfico 1 se presenta la evolución trimestral de la balanza en cuenta corriente como porcentaje del PBI para el periodo 2013 – 2022. Como es usual, se presenta su evolución promedio de los últimos cuatro trimestres para evitar las estacionalidades.
Observamos que la cuenta corriente se ha venido deteriorando significativamente a partir del tercer trimestre de 2021 que coincide con el inicio del periodo de Pedro Castillo. El deterioro de la cuenta corriente es consecuencia del estancamiento de las exportaciones de bienes y la caída de las exportaciones de servicios, así como la salida de capitales incluyendo pago de dividendos y royalties.
¿Cómo está siendo financiado el creciente déficit de cuenta corriente? Mayormente con el aumento de la deuda externa, tanto pública como privada. En el Gráfico 2 se presenta la evolución de la deuda pública total como porcentaje del PBI para el periodo 1999 – 2022. Observamos que desde fines de los 90 el país vino haciendo significativos esfuerzos para reducir el nivel de la deuda pública, logrando un nivel inferior al 30% a fines de 2007. Luego continuó reduciéndola hasta 17% del PBI a fines del 2013.. Esta reducción permitió al país lograr el ansiado “grado de inversión” por parte de las clasificadoras de riesgo soberano y permitió reducir el costo del capital extranjero y atraer inversión foránea. Esto fue gracias a la reducción significativa de los déficits fiscales que llegaron a convertirse en superávits en muchos de los años de este periodo.
La nueva ley de Transparencia permite al gobierno superar temporalmente la barrera del 30% del PBI. El Marco Macroeconómico Multianual define una trayectoria del déficit público coherente con la reducción de la deuda pública a niveles inferiores al 30% en un periodo de 5 años. Sin embargo, el deterioro de los ingresos tributarios observados en los últimos trimestres pone en duda si el gobierno estará en condiciones de cumplir con las metas de reducción de la deuda pública en los próximos años. El aumento de la deuda pública ha significado un retroceso, al elevar sus niveles como porcentaje del PBI a los del año 2007, poniendo en peligro el mantenimiento del grado de inversión que tanto sacrificios nos ha costado. Las recientes llamadas de atención por parte de las clasificadoras de riesgo es un reflejo de esta situación.
El problema de la deuda pública se agrava aún más debido a que la elevación de la inflación y la incertidumbre política viene limitando la colocación de nueva deuda interna. Como consecuencia el gobierno se ha visto forzado a recurrir al endeudamiento externo. En el Gráfico 3 se presenta la evolución trimestral del porcentaje de la deuda pública total financiada con deuda externa y deuda interna para el período 2006 – 2022. Observamos que el país venía reduciendo sostenidamente su dependencia de deuda externa lo que permitió que a partir del 2013 el monto de la deuda interna superara al de la deuda externa. Sin embargo, la inflación y la incertidumbre política han hecho que se revierta la situación. A partir del 2021 el porcentaje de deuda externa ha vuelto a superar el porcentaje de deuda interna.
¿Cómo afecta un mayor porcentaje de deuda externa a la economía? Un mayor porcentaje de deuda externa hace más vulnerable la economía a una devaluación del sol y por lo tanto dificulta la política monetaria del BCRP. Adicionalmente, el aumento de las tasas de interés de la deuda externa eleva el costo del servicio de la deuda pública y por lo tanto incrementa el déficit fiscal. El mensaje es claro, el deterioro del ahorro interno (publico y privado) está obligando a la economía a recurrir al endeudamiento externo en proporciones cada vez mayores. La experiencia de los años 80 nos dice que este camino nos conduce a una crisis de la balanza de pagos y a una devaluación de la moneda nacional.
Esta semana dejó de existir Jorge Morelli, gran colaborador de Expreso y mejor amigo. Sus opiniones sobre las debilidades de nuestro sistema político se harán de extrañar. Descansa en paz Coqui.