Todos los peruanos estamos expectantes sobre cuál será la performance futbolística de nuestra selección nacional en el Mundial de Rusia 2018, pero además estamos muy atentos sobre cuál será el impacto económico que el regreso de Perú al mayor evento futbolístico del planeta tendrá sobre la economía. Incluso varios analistas ya han adelantado cifras e incidencias sobre distintos agregados económicos. Ha llegado el turno que MAXIMIXE se pronuncie sobre la validez de tales apreciaciones.
Premisa #1: La presencia de Perú en Rusia 2018 permitirá que el PBI crezca más de lo esperado
Eso es FALSO. Si bien es cierto que la economía recibirá un efecto positivo por el lado del consumo de los hogares, pues nos encontramos en un período atípico en el que el optimismo ha aumentado el apetito por todo tipo de compras ligadas a la presencia nacional en el Mundial, ya sean al contado o al crédito; resulta muy complicado que el «consumo del hincha» propicie un impacto significativo y no esperado en el PBI 2018 que revise al alza las proyecciones de crecimiento previstas a fines de 2017.
Y esto se debe a que los beneficios estarán focalizados en algunas pocas actividades económicas, a lo cual tenemos que agregar que ni siquiera existe evidencia formal que indique que las tasas de crecimiento de las economías de los países campeones se hayan modificado en los años de hazaña deportiva. En favor está el consumo, pero en contra se tienen las mayores importaciones, la baja de la productividad laboral y la pérdida de divisas.
Para una referencia más clara, se puede observar lo acontecido en Brasil 2014 en dos países con economías como la peruana y que no son ni candidatos al título ni van siempre al Mundial: Colombia y Chile. En ambos casos hicieron una gran Copa, pero sus economías en ese año crecieron por debajo de lo que esperaba el consenso del mercado.
Premisa #2: Por lo menos la mitad de la economía será beneficiada con el Mundial
Eso es FALSO. No más del 25% del PBI será beneficiado, siendo siete los rubros que verán incrementar sus ingresos: (1) la venta minorista de electrodomésticos, por el incremento del consumo de aparatos receptores de TV, (2) los servicios de telecomunicaciones, por la ampliación de suscripciones a la TV por cable y mayor venta de celulares con señal 4G para optimizar la visión de los partidos en los centros de trabajo, (3) los servicios de alimentación fuera del hogar, por la mayor afluencia a bares y restaurantes, aunque algo limitados por los horarios poco favorables, (4) la producción de textil, confecciones y calzado, por el aumento de la venta de artículos deportivos, (5) la producción de alimentos y bebidas, por el mayor consumo de cervezas, gaseosas y snacks, (6) los servicios de agencias de publicidad, por la mayor promoción publicitaria de todas las marcas de consumo masivo en radio y TV, y (7) los servicios de turismo, por el incremento de los paquetes turísticos hacia Europa. Lo que también es cierto es que cuando un país es sede del Mundial, el número de rubros beneficiados es bastante mayor que cuando sólo se es un país participante.
Premisa #3: La economía informal será la que más se beneficiará con el Mundial
Esa es una VERDAD a medias. Es muy probable que de lo que se genere, el 50% se adquiera en el mercado informal, sobre todo en aquellos rubros en los que la adulteración, el contrabando y la ilegalidad tienen presencia, como textiles, confecciones, calzado, juguetes, bebidas alcohólicas y cigarrillos.
Premisa #4: La distracción de la población podría ser aprovechada por la clase política
Eso es VERDAD. La población debería estar muy precavida, y es que siempre en este tipo de eventos mediáticos, de suma expectación pública, se abre una «ventana de distracción» (Andrés Oppenheimer dixit) que los políticos podrían aprovechar para emitir normas para su propio beneficio.
