En julio los ingresos personales aumentaron 0,2% con respecto al dato del mes anterior, marcando una tasa muy por debajo de las expectativas del mercado (0,6%). Pese a ello fue el sexto aumento consecutivo, reflejo de las transferencias corrientes entregadas por el gobierno y el relativo incremento de los ingresos por alquileres de los propietarios.
Por su parte, el gasto personal aumentó apenas 0,1% frente a junio, por debajo de las previsiones (0,4%). Fue el desempeño más débil del año, a pesar de todo se ha mantenido resistente a la mala coyuntura, impulsado por los viajes de verano, el aumento de los ingresos y los altos ahorros. Pero el ajuste monetario podría afectarle en los próximos meses.