La misión del Ministerio del Ambiente (MINAM), creado en el 2008, durante al segundo gobierno de Alan García, es asegurar el uso sostenible y la conservación de los recursos naturales, así como la preservación de la calidad ambiental. Está encargado de formular, planificar, dirigir, ejecutar, supervisar y evaluar la Política Nacional del Ambiente (PNA), aplicable a todos los niveles de gobierno, por medio de los viceministerios de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales y de Gestión Ambiental.
El Viceministerio de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales es responsable de generar políticas para la gestión ante el cambio climático, lucha contra la desertificación y sequía, así como dar cumplimiento a los compromisos que el Perú ha asumido con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Por su parte, el Viceministerio de Gestión Ambiental es responsable de formular, proponer, fomentar e implementar de manera coordinada, multisectorial y descentralizada los instrumentos técnicos-normativos para mejorar la calidad del ambiente incluyendo el manejo de residuos sólidos, en coordinación con las entidades competentes. Este viceministerio es responsable de conducir el Sistema Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental.
Transcurridos 15 años de su creación, no se ven resultados concretos, ni en el cumplimiento de los compromisos que el Perú ha asumido sobre el cambio climático, ni en la gestión ambiental, especialmente en la gestión de residuos sólidos. Año tras año aumenta la generación de gases de efecto invernadero en el país. Las políticas de masificación del gas natural y uso de fuentes de energía no renovables van de contramano con los compromisos internacionales asumidos por el país. No se impulsa el uso de fuentes de energía renovables, a pesar de que la geografía del Perú brinda grandes oportunidades para generar energía hidroeléctrica, eólica, solar, geotérmica y de biomasa. Paralelamente, millones de toneladas de basura se acumulan en las grandes ciudades del país, generando el riesgo de una crisis ambiental y de salud pública. Los niveles de contaminación ambiental crecen año a año en las grandes ciudades del país.
En sus 15 años de funcionamiento el MINAM ha gastado 40,536 millones de soles de los cuales solo 8,032 millones (19.8%) han sido dedicados a proyectos de inversión para mejorar el ambiente. Una gran parte del gasto corriente se ha dedicado a “consultorías” de dudosa efectividad en la gestión del medio ambiente. Millones de soles se han utilizado en campañas de concientización de la población para el cuidado del medio ambiente y reciclaje de los residuos sólidos en el hogar, con resultados muy pobres.
En el Gráfico 1 se presenta la evolución del presupuesto ejecutado por el MINAM, discriminado por gasto corriente y gasto en inversión para el periodo 2009 – 2022. Observamos que, mientras los gastos en inversión han mantenido su muy bajo nivel inicial, los gastos corrientes han crecido exponencialmente, debido al aumento del personal del MINAM y, sobre todo, por los crecientes gastos en consultorías.
Otro punto por destacar es el bajo nivel de ejecución del gasto del sector, especialmente el gasto de inversión. En el Gráfico 2 se presentan los niveles de ejecución del gasto total del sector Ambiente y del gasto en inversión para el periodo 2009 – 2023. Observamos que, mientras el gasto de total alcanza niveles de ejecución de alrededor de 80%, los niveles de ejecución de los proyectos de inversión oscilan alrededor del 65%. Claramente, los gastos en consultorías y personal tienen un nivel de ejecución muy superior a los gastos en proyectos de inversión.
El bajo nivel de ejecución de los proyectos de inversión del sector Ambiente y el crecimiento exponencial del gasto corriente se traducen en una tendencia decreciente de la participación del gasto en inversión respecto al gasto total del MINAM. En el Gráfico 3 se presenta la participación de los gastos en inversión con relación al gasto total de la función Ambiente para el periodo 2009 – 2023.
El bajo nivel del personal técnico encargado de la ejecución de los proyectos en los gobiernos regionales y en las municipalidades explica, en parte, esta tendencia decreciente. Esto se observa principalmente en los proyectos de inversión en la gestión de residuos sólidos.
El principal problema de la ineficiencia del MINAM, observada a lo largo de sus 15 años de existencia, es el sesgo en sus políticas en contra de la participación del sector privado. Las políticas del MINAM están dirigidas a crear barreras y trabas a la inversión privada. Los estudios de impacto ambiental vienen siendo utilizados como barreras infranqueables a la inversión. Esto ocurre tanto en los proyectos mineros como en los agropecuarios y de tratamiento residuos sólidos. El crecimiento del número de empleados en el MINAM en gran medida es resultado del aumento de trámites requeridos en la aprobación y gestión de los proyectos de inversión del sector privado, aparte de la mala costumbre de los partidos políticos que llegan al poder, de contratar personal para pagar con favores o comprar votos futuros.
Si una fracción de lo gastado en “consultorías” se destinara a facilitar la participación del sector privado y a aumentar los niveles de inversión pública en el sector ambiente, se podrían lograr mejores resultados que los obtenidos por el MINAM en sus 15 años de existencia. Se requiere gastar más en inversión y mejorar la calidad del gasto. Es necesario una revisión de la estrategia del MINAM que disminuya las trabas burocráticas, aumente la inversión en infraestructura y promueva la participación del sector privado en la gestión ambiental. Las autoridades tienen la palabra.
