Exceso de regulación excluye financieramente a más peruanos

La noticia reciente que el neobanco argentino UALA ha desistido de obtener su licencia bancaria en el Perú, luego de que otros neobancos han tomado la misma decisión, es una confirmación que la regulación bancaria peruana es demasiada estricta.

Lamentablemente esta noticia no es favorable para la inclusión financiera en el Perú. Un país con más del 50% de su población es no bancarizada y casi el 80% de su población se mueve en una economía informal. Justamente la excesiva regulación financiera genera más informalidad, ya que cada regulación implica millones de dólares que las entidades financieras reguladas invierten en adecuar sus sistemas, que luego se trasladan en comisiones ocultas en letras pequeñas al ciudadano, lo que genera más informales, peor aún tildados de «ilegales».

De acuerdo con el economista Hernando de Soto, en su libro “El Otro Sendero”, la informalidad resulta directamente de la promulgación de regulaciones injustas por gobiernos nacionales y regionales. El gobierno estimula la informalidad imponiendo regulaciones excesivas e inapropiadas, aplicando políticas excluyentes destinadas a limitar a las empresas.

Una de las causas principales de la informalidad en el Perú, se debe a una mala gestión del gobierno por exceso de regulación, que no deja otra opción a los peruanos que ser ingeniosos y poco convencionales para conseguir llevar dinero a su casa diariamente de una manera informal.

En el caso de la industria financiera, el gobierno delega la regulación a la Superintendencia de Banca y Seguros, quien tiene la misión de construir un sistema financiero, de seguros, pensiones y cooperativo sólido, íntegro e inclusivo. Sin embargo, el exceso de regulación genera sobrecostos en el sistema financiero, que al final genera exclusión financiera, debido a que los ciudadanos se alejan del sistema financiero tradicional.

Si seguimos a este ritmo acelerado de generación de normas y regulaciones financieras excesivas del gobierno peruano, podríamos llegar a un extremo que prácticamente cada vez más ciudadanos son empujados a la informalidad.

Esta información es confirmada en el informe de Inclusión Financiera realizado por Credicorp, donde menciona claramente que dos de cada tres peruanos desconfían del sistema bancario tradicional. En mi opinión esto se debe principalmente a las comisiones bancarias, generadas por el exceso de regulación, donde el alto costo de cumplir con una regulación excesiva finalmente es trasladado a los ciudadanas.

En este mismo estudio se identifican las principales razones por las cuales los peruanos no usan el sistema financiero tradicional:

  • No pueden sustentar sus ingresos
  • No cuentan con títulos de propiedad
  • Cobran comisiones por todas sus transacciones
  • Ciclo vicioso de regulación

La exclusión financiera en parte es impulsada por el exceso de regulación financiera del gobierno peruano, emitiendo todos los años más regulaciones financieras, cuya implementación por el sistema financiero tradicional cuestan millones de dólares que luego son trasladados a los clientes. Este proceso al final termina perjudicando más a la población de menores recursos, los cuales caen en las manos de financistas informales conocidos cómo gota a gota, por sus modelos de extorsión. Lo cual obliga otra vez a la SBS a emitir más regulaciones e incrementando finalmente el costo de los servicios financieros, convirtiéndose en un ciclo vicioso que cada vez genera mayor exclusión financiera que se aprecia en el siguiente cuadro:

En mi opinión los informales no son el problema en el Perú, por el contrario, son la solución porque tienen un potencial enorme de generar ingresos diarios para alimentar a sus familias. Debemos generar más oportunidades para que se formalicen, usen las entidades financieras para poder crecer económicamente y mejorar la calidad de vida de sus familias.

No podemos continuar así, tenemos que actuar en impulsar un shock de «Desregulación» urgente.

Se debe simplificar la regulación financiera en el Perú, lo que permitará romper el ciclo vicioso, en el cual incrementar regulaciones para proteger a sus ciudadanos, generan más informalidad y ahuyentan el ingreso de neobancos extranjeros. Se requiere la creación de más entidades microfinancieras y Fintech, las cuales requieren urgente regulaciones menos complejas que permitan masificar los servicios financieros, para lograr cerrar la brecha de inclusión financiera en el Perú.