Ayer se presentaron importantes datos económicos para medir el pulso de la economía a ambos lados del Atlántico. En EEUU la inflación de junio fue de 9,1% anualizada, la tasa mensual más alta desde noviembre de 1981. El nuevo avance de precios (en mayo fue 8,5%) fue impulsado por el componente energía que creció la sorprendente tasa de 41,6%, seguido del repunte de alimentos en 10,4% y del resto de rubros en 5,9%. La FED no tendrá mayores obstáculos para subir su tasa de interés el próximo 27 de julio con igual severidad que en junio (aumento de 0,75 puntos básicos).
Por su parte en la Zona Euro se publicó el índice de producción industrial de mayo con una sorpresiva alza de 1,6% interanual y de 0,8% mensual desestacionalizada, dejando atrás dos meses de retrocesos consecutivos. La manufactura avanzó más rápido para los bienes de consumo no duraderos (2,7% frente al 1,5% de abril) y se recuperó tanto para los bienes de consumo duraderos (1,4% frente a 0%) como para los bienes de capital (2,5 % frente a -0,6 %). Esperamos que estos datos revitalicen el sentimiento inversor europeo que hoy está en su nivel más bajo desde diciembre de 2011.