El turismo es vital para la economía de un país, ya que tiene un impacto significativo en múltiples aspectos. Genera ingresos considerables a través del gasto de los visitantes en alojamiento, transporte, alimentos y actividades, lo que estimula la demanda interna y beneficia a diversos sectores económicos. Además, el turismo impulsa la creación de empleo, el desarrollo de infraestructuras turísticas y el fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas locales. También fomenta la inversión en el sector, promoviendo la mejora y expansión de los servicios turísticos, la modernización de las atracciones y la conservación del patrimonio cultural y natural. A nivel de balanza de pagos, el turismo contribuye a la entrada de divisas a través del gasto de los turistas extranjeros, reduciendo el déficit comercial y fortaleciendo la posición financiera del país. En resumen, el turismo no solo genera ingresos directos, empleo y desarrollo de infraestructuras, sino que también impulsa la diversificación económica y contribuye al crecimiento sostenible de un país.
