Todos somos conscientes de la importancia de la infraestructura de transportes en el desarrollo del país y su contribución a la competitividad del país. El 50 % del presupuesto público de inversiones del Gobierno Central está a cargo del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, sin contar con las inversiones de millones de dólares que realizan las sociedades concesionarias del sector.
Sin embargo, a pesar de su importancia y al impacto que genera el incremento de la eficacia y eficiencia de la gestión del Ministerio, no existe una voluntad política para transformar al Ministerio en un ente con visión de futuro, conocedor y preocupado por las necesidades de infraestructura en concordancia con el desarrollo de los diferentes sectores, con un sistema de planificación bien estructurado, con un banco de proyectos debidamente priorizados y; además monitoreando adecuadamente la infraestructura regional y local.
Si hacemos un diagnóstico del Ministerio, la eficiencia no es un factor destacable de la entidad y; si bien la ejecución de las inversiones es cercana al 100 % de su presupuesto, este porcentaje sólo es un indicador para señalar lo ejecutado con respecto al monto presupuestado. No señala si los diseños de las obras son óptimos y si los costos de las obras son los que debieron ser. Al respecto, un buen diseño puede reducir significativamente el monto de la obra.
Otro ejemplo que demuestra que la gestión del Ministerio se encuentra en la década de los ochenta es el Cuaderno de Obra. Actualmente se hace manualmente en original y copias, a pesar que la tecnología permite hacerlo en forma virtual con fotografías y videos en tiempo real. Al respecto, hace más de veinte años que se implementó con éxito un plan piloto para tener dicho Cuaderno utilizando herramientas tecnológicas y; desde la Oficina se podía visualizar en tiempo real el Cuaderno de Obra y el avance de la rehabilitación de una carretera. Los retrasos en las ampliaciones de autopistas y aeropuertos concesionados, así como la congestión que existe en la Carretera Central y el tránsito en la capital, son indicadores también de la problemática de la situación actual en el Sector.
Hace pocos años hubo un intento para transformar el Ministerio en una entidad moderna que utiliza tecnologías modernas; pero la decisión política fue también la de mantener el statu quo. Dicho intento, entre otros aspectos fue el de darle importancia al aspecto de la planificación multimodal de la infraestructura de transportes. Por razones estratégicas no se consideró a un órgano de línea que sea responsable de la planificación de las inversiones del sector.
En la nueva estructura organizativa se planteaba:
- Tener una visión integral enmarcado en una reforma estructural del Estado.
- Separar las funciones relacionadas a los servicios de transporte a las que corresponden a la infraestructura de transporte.
- Tener un enfoque de procesos para facilitar una gestión de calidad.
- Considerar que la Autoridad no debe operar la actividad que regula a fin de no ser juez y parte a la vez, como sucede actualmente.
- La planificación de la infraestructura de transporte con un enfoque multimodal, con el fin de contribuir a tener costos logísticos óptimos para contribuir a la competitividad del país.
El planteamiento consideró que la Oficina de Planificación y Presupuesto asumía la función de planificación multimodal, aunque esta Oficina tenía y tiene la cultura de sólo encargarse de incluir en el presupuesto anual del Ministerio los proyectos que ya habían sido aprobados.
Hoy, que estamos ad portas de un nuevo Gobierno, insisto en la necesidad de reformar el Ministerio como era el proyecto, agregando la creación de una Dirección General de Planificación Multimodal de Transportes. En este caso la Oficina de Planeamiento y Presupuesto se mantendría como tal (el de incluir en el presupuesto los proyectos aprobados) y; la verdadera planificación de la infraestructura de transportes lo asumiría la nueva Dirección General como órgano de línea.
El costo de esta nueva Dirección General estaría cubierto con creces con la eficiencia en las inversiones. Un órgano ejecutor de proyectos de infraestructura de transporte se encargaría de la elaboración de los estudios definitivos, la ejecución de obras y el mantenimiento de la infraestructura, cualquiera que sea el modo de transporte, siempre y cuando ésta no se encuentre encargada a una empresa pública o privada.
En el Gráfico se muestra el esquema que se plantea para el Sector Transportes en esta primera etapa, formando parte de una estrategia de una reforma del aparato estatal integral a largo plazo.