La Traición al Líder

El concepto de liderazgo tiene un problema semántico, han escrito sobre él diversos autores que plantean sus propias definiciones e incluso clasificaciones. No obstante, existen dos verbos transversales en las heterogéneas definiciones: influir y guiar.  Drucker (1997) sostenía que el líder tiene seguidores y que logra en estos que se hagan cosas para obtener resultados. Recordemos que Aristóteles enfatizaba en quién no es un buen seguidor, no puede ser un líder. Hoy en día, estas definiciones han sido enriquecidas por personajes del presente siglo que han generado transformaciones en la forma de interrelacionarnos socialmente como Steve Jobs cuya frase: “La innovación es lo que distingue al líder de los seguidores”, un ejemplo es Elon Musk visionario e innovador, una frase que recalco de él es: “el camino a la oficina del CEO no debería ser a través de la oficina del CFO, y no debería ser por medio del departamento de marketing. Es necesario que sea a través de ingeniería y diseño”. Rasgos muy similares a Jobs.

Tema apasionante, vigente y perdurable en el tiempo, pero ¿los ayeados al líder siempre son leales? Debemos reflexionar acerca de un perfil psicológico del traidor o felón, y podemos comentar que sería poco viable obtenerlo porque se debe de conocer el contexto que conlleva a ese comportamiento amoral. Asimismo, si podemos afirmar que los intereses egoístas son los que prevalece principalmente, encontrando el ansias de poder, celos, codicia, envidia, el complejo de inferioridad y sobretodo la carencia de empatía al traicionado. Maquiavelo se preguntaba ¿cuál es el precio de un hombre?

En la obra literaria “La Divina Comedia” de Dante Alieghiere situaba a los traidores en el noveno círculo, jerárquicamente más pecaminoso porque quiebra la confianza más sublime de una sociedad; y recordemos que los tipificaba en cuatro anillos: Caina: traidores a la familia; Antenora: traidores a la patria; Ptolomea: traidores a los huéspedes y Judeca: traidores a los benefactores. Como podemos apreciar ya en el año 1321 D.C.; fecha de publicación oficial, se ponía en la agenda la preocupación por estos perfiles. Es más, Dante para explicar la naturaleza de la traición tomo como ejemplo a Judas Iscariote que traicionó a Jesús por dinero o Casio y Bruto que asesinaron a Julio Cesar a quien consideraban un tirano.

En el siglo XX y XXI podemos también señalar algunos casos de traición como: la de Stalin a la Revolución Rusa en 1917, Hitler a la Alemania democrática de Weimar que luego instauró el régimen Nazi, la traición de Benedict Arnold a los Estados Unidos durante la guerra de independencia quien se pasó al bando de los británicos proporcionando información estratégica o la traición de Saddam Hussein a los Kurdos, con el apoyo de EEUU con quien luego también iniciaron un conflicto bélico.

La historia de la humanidad está llena de traidores que se vuelven un binomio con un líder, el cual tendrá que convivir con ellos sin saberlo, generalmente es la persona que menos esperas y que tu confianza es ciega, porque cuando lo identifique será demasiado tarde.

La confianza es un activo intangible fundamental para el crecimiento organizacional, y el líder tiene que utilizar su intuición para identificar a personas arribistas, sumamente paranoicos y cuyo comportamiento refleja que el fin justifica los medios, allí es donde debemos poner la alerta, no dejándonos llevar por la candidez. Advertir a qué tipo de personas atraemos porque el aforismo popular de “dime con quién andas y te diré quién eres” es parte de la psicología popular que puede darnos una respuesta a esta temática.