Cuando un fondo de inversión se propone adquirir una empresa, es importante que desarrolle mecanismos que permitan alinear los intereses entre los inversionistas y los accionistas de la empresa objetivo, a fin de asegurar que se va a generar valor y rentabilizar la inversión. Cuando la participación del fondo de inversión no va a ser mayoritaria, son casi indispensables este tipo de mecanismos de influencia y monitoreo para proteger la inversión.
Puede presentarse el caso en que los inversionistas suelen aprovechar las ventajas legales de obtener acciones preferentes que otorgan ventajas a la hora de obtener remuneraciones, cuando por ejemplo se produce la liquidación de la empresa y se generan incentivos a la gerencia para realizar una gestión eficiente; caso contrario, el valor de las acciones comunes se reduciría de forma considerable, limitando sus remuneraciones. Sin embargo, otra opción también puede ser que los fondos de inversión opten por participar a través de acciones preferentes convertibles que les permitan recuperar parcialmente su inversión en la empresa de no cumplirse las condiciones previamente establecidas.
Otro incentivo que también puede lograr buenos resultados, es ofrecer pagos e inyecciones de capital fraccionados, lo que le permitiría al fondo de inversión limitar las pérdidas en las que podría incurrir si la empresa fracasara en sus etapas tempranas de desarrollo. Asimismo, también se pueden ofrecer incentivos para la gerencia, que les dé la opción a ésta de tener una forma de participaciones en el capital como parte de la remuneración a cargos gerenciales, aunque ésta suele ir acompañada de disposiciones legales que permitan a la empresa recomprar estas acciones en caso de que alguno de los gerentes sea depuesto de su cargo.
Adicionalmente, el fondo de inversión buscará participar de manera directa y explícita en la toma de algunas decisiones de direccionamiento estratégico de la empresa, así como tener relevancia en el nombramiento y remoción de cargos gerenciales, al requerir posiciones en el directorio de la empresa objetivo, aún en los casos que no les corresponda por su posición accionaria. La inclusión de esta posición puede garantizar la creación de directorios sólidos, principalmente mediante la inclusión de directores independientes y calificados para guiar las empresas hacia una senda de crecimiento sostenible.
Finalmente, cuando se trate de una nueva empresa, pueden establecerse contratos, pactos y requerimientos para limitar acciones indeseadas y reducir los costos de monitoreo, que incluye la obligación de proveer información financiera y operacional en plazos previamente definidos, someterse a auditorías, garantizar reuniones de directorio, covenants financieros, pagar impuestos, limitar la venta de activos o adquisición de deuda, entre otras obligaciones.
Cuando estos mecanismos son eficientes y eficaces, fluye con rapidez el fondeo de proyectos que pueden resultar altamente atractivos para los inversionistas.