En julio de 2023, la economía mexicana experimentó un crecimiento interanual del 3,2%, mostrando una desaceleración en comparación con la expansión del 4,1% registrada el mes anterior y quedando por debajo de las expectativas del mercado, que anticipaban un crecimiento del 3,5%. A pesar de esta desaceleración, México ha logrado mantener casi dos años de expansiones consecutivas, demostrando la resiliencia de su economía frente a las tasas de interés elevadas implementadas por el Banco de México.
Dentro de los sectores económicos, la producción agrícola y las actividades secundarias, con crecimientos del 3,7% y 4,8% respectivamente, continuaron su expansión, impulsadas por un auge en la actividad de construcción, la cual experimentó un incremento vertiginoso del 25,6%. Este crecimiento en sectores específicos ha sido un factor clave para mantener la tendencia expansiva de la economía mexicana. Sin embargo, el sector servicios no ha seguido el mismo ritmo, registrando un crecimiento más modesto del 2,2%, con ciertas áreas experimentando contracciones significativas.
El crecimiento rezagado en el sector servicios se debe, en parte, a caídas en la gestión de residuos y los servicios ambientales, que decrecieron un 19%, y los servicios culturales y recreativos, que vieron una reducción del 2,5%. Estas contracciones fueron compensadas parcialmente por aumentos en los servicios financieros y el comercio minorista, con crecimientos del 9,8% y 4,7% respectivamente. La diversidad en el desempeño de los distintos sectores refleja la complejidad de la economía mexicana y plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del crecimiento económico en el contexto de tasas de interés elevadas y variabilidad en el desempeño sectorial.