El Ministerio de Economía desaprovecho una nueva oportunidad para sincerar las cifras de sus proyecciones económicas al ratificar que la economía peruana crecerá 3,6% en 2022. Según el ministro de economía Oscar Graham, el mantenimiento de la proyección guarda relación con la recuperación de la movilidad, la reactivación de varios rubros económicos y la continua ejecución de grandes proyectos de inversión. Es obvio que el Ejecutivo debe mostrar optimismo ante los agentes económicos, pero este debe estar acompañado de objetividad si no suena a ficción.
Allí tenemos el ejemplo del BCRP, que pese a ser parte del gobierno y mantener siempre una línea moderada, tuvo que revisar a la baja su proyección económica (lo hizo en tres décimas, de 3,4% a 3,1%) en su último Reporte de Inflación. Es improbable que en el presente año la economía peruana pueda alcanzar un crecimiento con tasas mayores al 3% por la debilidad de la economía mundial que se traduce en precios de los metales a la baja y el magro comportamiento de la demanda interna por la sostenida incertidumbre política.