La costa peruana, con características climáticas similares a un «invernadero natural», ha experimentado un notable crecimiento en las exportaciones agrícolas en los últimos años. Esta situación ha generado preocupación entre los agroexportadores chilenos, ya que Perú ha comenzado a ganar terreno en este sector. El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) informó que, al cierre de 2022, las exportaciones agrícolas peruanas alcanzaron un récord de US$ 7.557 millones, mientras que Chile registró US$ 10,664 millones.
Entre 2012 y 2022, las exportaciones agrícolas de Perú crecieron a una tasa promedio anual del 10,1%, en contraste con el 2,4% anual de Chile. Si esta tendencia continúa, se estima que para 2027, Perú podría exportar productos agrícolas por un valor de US$ 12.210 millones, superando a Chile, que alcanzaría US$ 12.009 millones. César Romero, especialista en comercio exterior del Midagri, señaló que Chile enfrenta problemas de disponibilidad hídrica y sobreexplotación de sus recursos, lo que ha afectado su producción agrícola. Por otro lado, Perú cuenta con ventajas como disponibilidad de agua, mano de obra, estabilidad jurídica y un clima favorable.
Chile sigue siendo un gran exportador de diversos productos agrícolas, pero Perú ha mostrado un crecimiento sostenido en la exportación de arándanos, paltas, uvas, entre otros. Por ejemplo, las exportaciones peruanas de arándanos crecieron a una tasa promedio anual del 123,3% en la última década, mientras que Chile creció solo un 2,6%. En 2022, Perú exportó arándanos por un valor de US$ 1.364 millones, superando ampliamente a Chile, que registró US$ 509 millones. En cuanto a las paltas, Perú exportó US$ 895 millones en 2022, mientras que Chile solo alcanzó US$ 213 millones.
El avance de Perú en el sector agrícola tiene importantes implicancias para la dinámica comercial regional. La posibilidad de que Perú supere a Chile en exportaciones agrícolas en los próximos años refleja el potencial y las ventajas competitivas del país. Además, resalta la necesidad de que ambos países continúen invirtiendo en innovación, tecnología y sostenibilidad para mantenerse relevantes en el mercado global. La situación también subraya la importancia de la gestión adecuada de los recursos naturales, ya que la sobreexplotación y la mala gestión pueden tener consecuencias negativas a largo plazo para la producción agrícola y la economía en general.