Proyecciones del PBI para el 2022

En su último Reporte de Inflación, publicado la semana pasada, el BCRP proyecta que el PBI crecerá 3.4% este año, con una inflación de 3.6%. Sin embargo, esta semana el presidente del BCRP ha declarado que “…no sabemos si lograremos controlar la inflación en la primera mitad de 2023…” poniendo en duda las proyecciones vertidas en el Reporte de Inflación de la semana pasada. En esta entrega analizamos si la proyección de crecimiento del PBI de 3.4% es factible.

Por su parte, el INEI ha divulgado que el PBI real creció 1.7% en diciembre de 2021 y 2.86% en enero de este año, comparado con los mismos meses del año anterior. Estas cifras indican una clara desaceleración de la economía hasta enero.

Para tener un buen estimado de cuál será la evolución del PBI en los meses de febrero y marzo se utiliza un indicador que tiene una alta correlación con la evolución del PBI que es la demanda de electricidad, publicada por el Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional (COES), en tiempo real, cada media hora.

Tanto el PBI como la demanda de electricidad son altamente volátiles debido a sus estacionalidades. En el caso del PBI, por ejemplo, la cosecha agrícola se concentra a mediados de año y, por lo tanto, se observa un incremento del PBI en esos meses. En el caso de la electricidad, la demanda depende de las horas del día o del día de la semana. Por lo tanto, para hacerlas comparables es necesario remover las estacionalidades de ambos indicadores. Una forma de hacerlo es utilizando el valor acumulado de los últimos 12 meses, para remover las estacionalidades mensuales asociadas a estos indicadores.

En el Gráfico 1 se presenta la evolución de la variación anual del valor acumulado de los últimos 12 meses de estos dos indicadores. El del PBI solo va hasta el mes de enero de este año mientras que el de la demanda de electricidad va hasta marzo. Los datos de la demanda de electricidad permiten prever que la evolución del valor acumulado de 12 meses del PBI real no solo se viene estancando, sino que iniciará una desaceleración. Se puede prever que la desaceleración del PBI será más pronunciada que la observada para la demanda de electricidad debido a que, como se aprecia en el gráfico, el comportamiento del PBI es más volátil que el comportamiento de la demanda de electricidad.

¿Qué nos espera para el resto del año?  Aprovechando de la alta correlación entre la demanda de electricidad y el PBI real hemos implementado un modelo de autocorrelación que refleja el comportamiento cíclico del PBI como consecuencia del choque de oferta inducido por la pandemia y que nos permite proyectar la evolución del PBI real basado en el crecimiento esperado de la demanda de electricidad para lo que resta de este año basado en el crecimiento de la inversión privada que se espera sea nula esta año. Para nuestro escenario hemos supuesto que el crecimiento de la demanda de electricidad continúa desacelerándose (en el mes de marzo la demanda creció 2.9%) y convergerá a una tasa de crecimiento de 2.5% para 2022 como consecuencia de la falta de inversion privada.

En el Grafico 2 se presenta el resultado de las proyecciones del PBI real para lo que resta del año. Observamos un comportamiento de la variación del PBI real que es una continuación del ciclo iniciado con la pandemia. A la caída de 11% en 2020 producto de la antitécnica cuarentena, le siguió el rebote estadístico en 2021 que significó un crecimiento del PBI real de 13.3%. Para el 2022 se espera la reversión del ciclo económico iniciado con la pandemia y que se traducirá en una caída del PBI real de 0.3% este año. La falta de inversión privada será determinante en la evolución del PBI real este año.

La caída de 0.3% en el PBI significará una contracción de alrededor de 2% en términos per cápita lo que se traducirá en un incremento de los niveles de pobreza. El impacto de la prolongación de la guerra en Ucrania sobre la inflación dificultará el manejo de la política monetaria por parte del BCRP y como consecuencia la inflación se mantendrá por encima de la meta del BCRP.

El desmanejo del aparato público, por la manifiesta incompetencia de las autoridades, contribuirá a la desaceleración del PBI a lo largo del año. Este alto nivel de incompetencia, sumado al ruido político generado por la designación de personajes cuestionados para ocupar altos cargos, frecuentes violaciones a la Constitución desde el Poder Ejecutivo y el continuo destape de serios casos de corrupción al más alto nivel, ha contribuido a la parálisis del sector público. Sin una solución rápida a este problema, los nubarrones de la inflación y la posibilidad de una crisis mundial podrían impactar seriamente a la economía peruana ya que no tendría capacidad de respuesta.