En su último avance coyuntural el INEI divulgó que el índice de producción del sector electricidad en el mes de enero de 2018 cayó 0.39 % con relación al mismo mes del 2017. Esta es la segunda caída consecutiva de este indicador. Simultáneamente el INEI reveló que el índice de precios de la electricidad en febrero subió 7.3 % con relación a febrero de 2017. La teoría económica nos dice que si la producción cae los precios deberían caer también. En esta entrega analizamos la evolución de los precios y producción del sector electricidad, gas y agua de los últimos años con el fin de identificar los problemas en este sector y proponer algunas soluciones.
En el Gráfico 1 se presenta la evolución del crecimiento real del sector Electricidad, Gas y Agua (EGA) y del índice de precios de las tarifas de electricidad al consumidor final para el período enero 2011 – febrero 2018. En el caso del PBI hemos utilizado el acumulado de los últimos 12 meses para evitar la estacionalidad de este indicador. Notamos que el sector EGA ha tenido un crecimiento robusto (por encima del 4 %) hasta fines del 2016 en el que se observa un pico de crecimiento de 8 % debido al inicio de las operaciones del proyecto minero de Las Bambas. A partir del 2017 se inició una desaceleración del sector que ha devenido en crecimientos anualizados negativos en los últimos meses.
Al mismo tiempo el índice de precios al consumidor (IPC) de electricidad, que venía contrayéndose a inicios del 2017 como consecuencia de la eliminación de la sobretasa para financiar el gasoducto del sur y la generación de una sobreoferta en el sistema eléctrico, ha iniciado un sostenido crecimiento que no guarda relación con la evolución de la producción.
El problema se remonta al año 2000 en que se emitieron decretos para incentivar el uso del gas natural como la moratoria de construcción de hidroeléctricas por 10 años y la posibilidad de que las generadoras de gas natural puedan declarar el precio del gas natural en lugar de utilizar el precio del mercado. El precio declarado se utiliza para definir la prioridad de despacho de las generadoras. Normalmente las hidroeléctricas tienen costos variables más bajos que las generadoras a gas natural. El DS No. 016-2000-EM permite a las generadoras de gas natural declarar costos variables más bajos que el costo de las hidroeléctricas garantizando su despacho sobre el de las hidroeléctricas. Para garantizar su despacho, las generadoras a gas natural han llegado a declarar costo cero en algunas ocasiones. El problema asociado con este comportamiento es que el despacho prioritario de las generadoras a gas sobre las hidroeléctricas genera un incremento de las tarifas a los usuarios finales.
Para evitar el incremento de las tarifas eléctricas el Ministerio de Energía y Minas, mediante DS 039-2017-EM, decidió suspender temporalmente la declaración de precios de noviembre de 2017 y se contrató a un consultor internacional para modificar el DS No. 016-2000-EM. Como resultado de este estudio se ha aprobado el DS No. 043-2017-EM que establece un precio mínimo para las declaraciones del precio de gas natural.
A inicios de este año, las generadoras usando el nuevo decreto realizaron sus declaraciones. Lamentablemente estas nuevas declaraciones se han traducido en nuevos aumentos de las tarifas eléctricas al consumidor final como lo demuestra el aumento del índice de precios al consumidor de electricidad. Es claro que se necesitan medidas adicionales para perfeccionar el régimen de declaraciones que regulan el despacho de las generadoras.
Afortunadamente el DS No. 043-2017-EM encarga al COES que proponga medidas adicionales para perfeccionar el tratamiento regulatorio del precio del gas natural. Es de esperar que la nueva propuesta resuelva definitivamente los problemas del sector eléctrico.
Los problemas del subsector eléctrico también se extienden a los subsectores de gas y agua. En el Gráfico 2 se presentan la evolución de los indicadores de producción del sector EGA para el periodo 2014 – 2017. Observamos que además del ya descrito deterioro de la producción eléctrica, la producción de gas y agua ha comenzado a decrecer significativamente.
El deterioro de los indicadores de producción del sector electricidad, gas y agua, revelan la ausencia de una política gubernamental o al menos su falta de implementación. El deterioro de los indicadores de producción de gas y agua está asociado a la falta de inversión en estos subsectores. En el caso del subsector eléctrico, el problema es la existencia de una excesiva inversión en generadoras de gas natural que ha llevado a una sobreoferta y desplazamiento de las hidroeléctricas. En la actualidad la matriz energética del país se ha invertido pasando el gas natural y otras térmicas a ser la fuente principal de generación de electricidad desplazando a las hidroeléctricas.
El destino del gas natural no debe ser la generación eléctrica ni para fines domésticos ni para la exportación. El gas natural debe ser orientado a constituirse en el insumo de un polo petroquímico que le dé valor agregado al gas natural y genere una oferta de fertilizantes y productos químicos que abastezca el mercado nacional y sea competitivo en el mercado de exportación. La energía eléctrica debe hacerse con fuentes de energía renovables (hidroeléctricas, eólica y solar).
En el caso del agua la política gubernamental debe basarse en el uso racional del agua que pasa por el manejo del agua por cuencas incluyendo el sembrío y cosecha de agua en las zonas altas de la cordillera y en la inversión en plantas desalinizadoras en la costa. La viabilidad de las desalinizadoras dependerá de tener una disponibilidad de energía eléctrica barata que debe provenir de la inversión en hidroeléctricas y otras fuentes renovables.