El documento que fue trabajado en conjunto durante los últimos cinco años por los gobiernos regionales y locales de la Amazonía, comunidades y especialistas, propone mejorar el actual ROP (Reglamento de Ordenamiento Pesquero) y que éste se convierta en una herramienta para evitar la reducción de peces en los ríos de la Amazonía, asegurar la alimentación de los pobladores y al mismo tiempo cuidar los recursos pesqueros en dichas regiones.
Sin embargo, según los gobiernos regionales, a pesar de la vigencia de esta norma, aún se identifican vacíos y escasa inclusión social porque presenta un enfoque eminentemente biológico, sin considerar aspectos socioculturales, económicos, con enfoques ecosistémico y de cuenca para el complejo contexto de la Amazonía.