La presencia del SOAT, más allá que involucre desde julio de 2002 un incremento en el costo de vida para los automovilistas por su obligatoria adquisición, resulta socialmente positiva debido a que asegura la atención oportuna e inmediata de las víctimas de accidentes de tránsito que sufren lesiones e incluso la muerte, evadiendo la posible insolvencia de parte del responsable del siniestro. En 20 años de SOAT se cubrieron 57.396 accidentes de tránsito y se desembolsaron en gastos médicos e indemnizaciones más de S/ 3.000 millones.
Asimismo, se han atendido a 1,5 millones de víctimas (93% por atención médica y 7% por pago de indemnizaciones a familiares de los fallecidos) y a 40.000 familias que fueron indemnizadas. La parte negativa de todo esto es la magnitud del grupo de intervención: el gran número de accidentes vehiculares. Este hecho no debe pasar desapercibido por las autoridades; según la Defensoría del Pueblo, en el período 2015-2020 se registraron más de 420.000 accidentes de tránsito que ocasionaron la muerte de más de 14.000 personas y dejaron heridas o en situación de discapacidad a más de 272.000 personas.