Actualmente existen más de 225 millones de metros cuadrados de viviendas en altísimo riesgo de cancelación de construcción, lo que equivale a más de 300 proyectos inmobiliarios en 50 ciudades de China. Y esto se debe a que, debido a los retrasos en las obras por falta de financiamiento a promotores inmobiliarios como por la huelga de los trabajadores de la construcción civil, los compradores de viviendas han dejado de pagar los créditos hipotecarios.
El sector inmobiliario chino es un cuarto del PBI chino, dada la interconexión de China con el resto del mundo, un contagio de la crisis inmobiliaria al sector financiero tendría repercusiones internacionales. El consenso del mercado ve poco probable que haya un plan de rescate para el sector, por lo que ante la falta de intervención del Estado los propietarios y promotores inmobiliarios estarían tentados a olvidar sus responsabilidades y dejar de pagar al sistema financiero.