Tormenta en el horizonte: El comercio mundial crece menos de lo esperado

La semana pasada la Organización Mundial de Comercio (WTO por sus siglas en inglés) anunció que el comercio mundial solo crecería 1.7% este año, muy por debajo de los 2.8% pronosticados a principio del 2016. La WTO también redujo su pronóstico de crecimiento para el 2017 de 3.6% a 1.8%. El crecimiento del comercio mundial esperado para este año será el más bajo desde la crisis financiera del 2009. En esta entrega analizamos la evolución reciente del comercio mundial y su impacto en el Perú.

El anuncio de la WTO es preocupante porque tradicionalmente el comercio mundial ha crecido a un ritmo mayor al PBI mundial. Por lo tanto, un crecimiento de 1.7% en el volumen del comercio mundial implicaría un crecimiento del PBI mundial por debajo del 1.7%, lo cual contrasta con el 3.1% esperado por el FMI. De hecho, en su anuncio de la semana pasada el WTO redujo su proyección de crecimiento del PBI mundial a 2.2%. Es muy probable que el FMI reajuste sus proyecciones hacia abajo en los próximos meses.

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En el Gráfico 1 se muestran las evoluciones de las importaciones de los principales bloques de países participantes del comercio mundial. El bloque más grande representado por los 28 países de la Unión Europea, seguido por el bloque de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y finalmente EUA. Los tres bloques vienen registrando una reducción del valor de sus importaciones iniciada a finales del 2014 y sus niveles ya se encuentran por debajo de los alcanzados en el 2011.

Las importaciones de estos tres grandes bloques son la principal fuente de demanda de nuestras exportaciones. Una reducción de las importaciones de estos bloques incide directamente en una reducción de nuestras exportaciones. El problema se agrava porque en lo que va del año la reducción ya no es consecuencia de una caída de los precios internacionales sino de una retracción de los volúmenes de importaciones.

La evolución de las importaciones de nuestros dos principales socios comerciales (China y EUA) se muestra en el Gráfico 2. Podemos observar que la tendencia en lo que va del 2016 es declinante en ambos países. No se observan señales de una estabilización de los niveles de importación o de una recuperación en lo que resta del año. Las importaciones chinas anualizadas, actualizadas al mes de agosto, se encuentran en niveles similares a los del 2011. En el caso de las importaciones de los EUA las importaciones se encuentran en niveles por debajo de los del 2012.

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La tendencia decreciente de las importaciones de nuestros principales socios comerciales abre un signo de interrogación respecto a lo que nos espera en el 2017, especialmente porque se da en un contexto de creciente anti globalización y proteccionismo. Los dos candidatos a la presidencia de los EUA han manifestado su oposición a los acuerdos de libre comercio. La salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (Brexit) es otra fuente de incertidumbre.

Gran parte del dinamismo de la economía peruana de los años pasados ha sido producto del crecimiento de las exportaciones tanto en precios como en volumen. Existe una significativa correlación entre los ciclos de crecimiento del comercio mundial y los ciclos de crecimiento del PBI peruano. Las proyecciones de la WTO apuntan a que la recuperación del comercio mundial tomará algunos años. La economía China muestra claras señales de desaceleración. La economía europea continua estancada y el BREXIT debe impactar el comercio mundial a partir del 2017. El creciente proteccionismo viene limitando el crecimiento del comercio. En este contexto es evidente que la economía peruana sufrirá el impacto del estancamiento del comercio mundial en los próximos años.

La tormenta que se avizora en el horizonte contrasta con el optimismo mostrado por las autoridades del actual gobierno que estiman crecimientos de 5% para los próximos años.  Reducciones de impuestos e incremento del gasto público en un escenario de estancamiento de las exportaciones no es compatible con los  principios de prudencia fiscal.

Lo aconsejable seria que las medidas de ajuste fiscal anunciadas por el gobierno para reducir el déficit fiscal de este año a 3% del PBI se aplicaran también en el 2017 y que se renunciara a la anunciada  reducción del IGV. El reciente tímido aumento del “drawback” no compensa el atraso cambiario  que el país tiene frente a sus competidores en el comercio mundial.

 

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