La actividad económica venezolana se desplomó 14,85% en el cuarto trimestre de 2022, la caída más importante desde el shock pandémico de 2020. Bajo el régimen chavista, Venezuela acumula una caída del 73,65% desde el tercer trimestre de 2014, el comienzo de una aguda depresión económica que continúa hasta la fecha.
Por otro lado, pese a los sucesivos programas de estabilización, los precios minoristas se dispararon 39,2% en enero de 2023, después de haber aumentado un 37,2% en diciembre de 2022. La evolución mensual de los precios se acelera cada vez más y ha iniciado un nuevo brote hiperinflacionario. La inflación interanual escaló hasta el 440% en el primer mes del año, y constituye la cifra más elevada desde diciembre de 2021