Las evidencias hacen presumir que existe un impacto negativo sobre los recursos marinos y costeros. Que “el mar peruano es muy rico e inagotable” es un error de percepción, un cliché errado, que promueve un irrefrenable incremento del esfuerzo pesquero y confunde a la opinión pública haciendo más ardua la labor de regulación. El mar peruano fue muy rico y abundante para la pesca, hoy ya no lo es. La riqueza infinita del mar peruano ya no es más que un mito. Por otro lado, los beneficios económicos del sector pesquero marítimo alcanzan a una fracción mínima de la población costera involucrada y a casi nadie más del resto de la ciudadanía.
La capacidad actual para realizar esfuerzo de extracción del pescador peruano podría estar superando los límites de sostenibilidad. ¿Habría que reducir el esfuerzo pesquero y limitar el ingreso de nuevos actores al escenario extractivo?, porque los volúmenes de recursos pesqueros naturales no aumentan a la par que crece la población vinculada a la extracción. Los recursos pesqueros no aumentan en función a la demanda. Por lo tanto ¿Se debe promover la pesquería en el Perú en un escenario de ausencia de información científica amplia, detallada y precisa sobre todos los recursos pesqueros posibles de ser extraídos? Mariano Gutiérrez , oficial técnico del Proyecto GEF dice que: “es necesario ampliar nuestro conocimiento sobre la biología y ecología de un grupo numeroso de especies sobre las cuales no hay suficiente estudio sobre su biología, trofodinámica, distribución y abundancia”, lo que confirma lo que siempre ha sostenido la revista Pesca.
¿No se debería aplicar entonces un enfoque precautorio en tanto no se incremente la investigación pesquera hacia otras especies ya que está principalmente centrada en la anchoveta?
Ante la inexistencia de una Política de Estado para la pesca (ningún gobierno la tuvo), ¿existe algo medianamente estructurado para la pesca artesanal? La ciudadanía común no conoce con precisión cuáles son las funciones, en cuanto a pesca artesanal e industrial, que ya han sido transferidas a los gobiernos regionales. Por tanto, los grupos de interés y/o ciudadanos podrían estar efectuando demandas y reclamaciones a una autoridad que ya no es competente en la materia. ¿A quién compete diseñar políticas para la gestión y desarrollo de la pesca artesanal? ¿Al Ministerio de la Producción o a los Gobiernos Regionales? Estos últimos ¿han desarrollado algún plan estratégico para la pesca artesanal?
En uno u otro caso ¿se está haciendo algo? Los gobiernos regionales están recién empezando. ¿Pueden diseñar políticas regionales? ¿Técnica y normativamente es posible? Si no lo es ¿cómo se puede coordinar la regulación y gestión de las pesquerías considerando que algunas están circunscritas a un ámbito geográfico?. ¿Quién debe gestionarlas y bajo que sustento legal y científico?
Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a ABRIL 2015.