En septiembre de 2023, el PMI compuesto de la Zona Euro registró una cifra de 47,1, evidenciando una leve recuperación respecto al mínimo de 34 meses alcanzado en agosto y superando ligeramente las expectativas del mercado, que preveían un valor de 46,5. A pesar de este incremento marginal, el PMI sigue reflejando una significativa contracción mensual de la actividad empresarial al concluir el tercer trimestre. Esta situación es reflejo de las tensiones y desafíos económicos que persisten en la Zona Euro, afectando de manera notable al sector manufacturero.
La contracción en la actividad empresarial ha sido impulsada principalmente por el sector manufacturero, que ha experimentado una fuerte reducción. Por otro lado, el sector de servicios ha visto una disminución en el ritmo de caída de su actividad. En este contexto, las entradas totales de nuevos pedidos han experimentado su mayor descenso desde noviembre de 2020, y los pedidos pendientes han registrado la mayor caída desde junio de 2020. Además, la tasa de creación de empleo ha sido la segunda más lenta en la actual secuencia de crecimiento de 32 meses, lo que añade preocupaciones adicionales sobre la estabilidad laboral en la región.
En cuanto a los costos, la inflación de los precios de los insumos ha experimentado una aceleración, alcanzando un máximo de cuatro meses, mientras que los precios de venta han registrado su menor incremento desde febrero de 2021. Estas dinámicas en los precios pueden tener implicaciones significativas en los márgenes de ganancia de las empresas y en la capacidad de consumo de los individuos. La persistencia de la contracción en la actividad empresarial y las presiones inflacionarias son indicativos de una recuperación económica aún frágil y plantean interrogantes sobre las futuras políticas económicas y monetarias que podrían implementarse para abordar estos retos en la Zona Euro.