Según el estudio publicado por el Instituto Rural de la Academia de Ciencias Sociales de China, asegura que el suministro de trigo, arroz y maíz se quedará corto en unos 25 millones de toneladas para poder cubrir la demanda de China estimada a finales del 2025. Este documento indica que el suministro es suficiente en este momento, pero hay problemas de desequilibrio estructural entre la oferta y la demanda a largo plazo, que llega en medio de preocupaciones por la seguridad alimentaria, la temporada de lluvias y de llamamientos por parte del presidente del país, Xi Jinping, a reducir el desperdicio de alimentos. La estimación apunta que para setiembre del 2021 habrá una brecha de 16 millones de toneladas de maíz, y que la escasez ya habría provocado aumentos en los precios y empujado a más empresas productoras a utilizar trigo en su lugar. El informe sugiere también que China debería mejorar las políticas de compra y almacenamiento de cereales para garantizar el suministro del país, que se enfrentará también al envejecimiento de la población y a la reducción de la fuerza laboral rural a medida que más residentes se trasladen del campo a las ciudades, en ese sentido se espera que alrededor de 80 millones de residentes rurales se trasladen a áreas urbanas en los próximos cinco años.
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