Con la finalidad de incrementar su exportación en los mercados, el Instituto Nacional de Calidad (Inacal) aprobó una norma técnica que establece requisitos mínimos de calidad que deben cumplir las uvas de mesa para su comercialización, señaló la presidenta ejecutiva de la institución, Clara Gálvez. En 2020 en plena de pandemia la uva alcanzó una cifra récord en exportaciones de US$ 1,046 millones. La norma técnica de la uva de mesa es aplicable a las variedades comerciales de la especie Vitis vinifera L, que habrán de suministrarse frescas al consumidor, después de su acondicionamiento y envasado. Se excluyen las uvas destinadas a elaboración industrial. Los racimos y las bayas de uva deben estar sanos, limpios, prácticamente libres de cualquier materia extraña visible, plagas, podredumbre o deterioro, que afecten el aspecto general del producto; no deben presentar humedad externa anormal, salvo la condensación consiguiente a su remoción de una cámara frigorífica; así como sabores u olores extraños. Los granos de uva deberán estar bien formados y desarrollados con un grado de madurez satisfactorio de acuerdo con la variedad.
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